1º CICLO DE ÉPOCA DEL CLUB DE LA MANZANA

LA GRAN DEPRESIÓN AMERICANA

LECTURAS

17 de enero: De ratones y hombres de John Steinbeck
El Villorio de William Faulkner
¿Acaso no matan a los caballos? de Horace Mc Coy


Club Social de Aljarasol en Mairena del Aljarafe, Avda. de la Constitución a las 19:00.

lunes, 26 de abril de 2010

LA SOMBRA DEL CIPRÉS ES ALARGADA - Miguel Delibes.

El protagonista de esta novela, es un niño. Pedro, huérfano desde la infancia, va a parar a Ávila para su educación, al hogar sombrío de don Mateo Lesmes, que le inculcará la creencia de que para ser feliz hay que evitar toda relación con el mundo, toda emoción o afecto. Sólo la vitalidad de la juventud podrá hacerle superar este pesimismo inculcado. Sin embargo, los acontecimientos parecen obligarle a recordar lo aprendido... 


miércoles, 7 de abril de 2010

LA NIÑA QUE AMABA LAS CERILLAS- Gaétan Soucy

PROPUESTAS DE LECTORES (Sales)


Realmente no sé por donde empezar con esta historia. A pesar de tener sólo 158 páginas se me hace un poco difícil contarla.
El narrador de este relato es un adolescente de edad incierta que ha vivido toda su vida entre una mísera cocina y un cobertizo de madera que se cae a pedazos en un decrépito caserón, aislado completamente del mundo exterior, con la sola compañía de sus libros de Spinoza, su hermano, su fanático padre, ex sacerdote, que los tiene sometidos a una férrea y demencial disciplina religiosa, y del Justo Castigo, del que no puedo comentar nada para no fastidiar la historia.
Cuando una mañana los hermanos descubren el cadáver del padre colgando de una viga del techo su universo se desmorona. Su muerte supone para ellos el desamparo total: “Mi hermano y yo necesitábamos órdenes para no  borrarnos por trozos, era nuestro mortero. Sin papá nada sabíamos hacer. Apenas podíamos vacilar, existir, temer, sufrir.”
A través de la historia que nos cuenta el muchacho, que se hace llamar a sí mismo secretario, por ser el encargado de escribir a diario en el libro mágico de la familia, se nos muestra la terrible historia de un hombre perturbado que ha creado para sus hijos un mundo inverosímil, del todo disparatado, donde a las mujeres se les da el nombre genérico de putas y santas vírgenes, dependiendo del caso, aunque el secretario no sabe donde está la diferencia puesto que nunca ha visto un espécimen de ninguna de las dos, donde la única forma de redención es la penitencia física, donde las palizas expiatorias están a la orden del día, donde nuestro protagonista descubre después de su primer encuentro con el “prójimo semejante” que es una mujer, y no un hombre que ha perdido los cojones como él pensaba, donde él (o ella) tiene que reconstruirse todo un universo de manera intuitiva.
Sin embargo esta historia que parece terriblemente oscura y deprimente, capaz de poner los pelos de punta a cualquiera, se convierte en un relato fascinante gracias al deslumbrante lenguaje con que está escrita, una prosa dura, radical, severa, descarnada, irreverente, por momentos poética y a veces un poco jocosa (¿cómo puedo reírme de cosas tan serias?)
Me decidí a leer esta novela a raíz de una mala, malísima crítica que escuché el otro día de boca de un conocido, “no se te ocurra leerla, no la entenderías, es una verdadera aberración”, me dijo. Conociendo sus gustos literarios, tiempo me faltó para salir a buscarla. Y debo reconocer que tengo que darle la razón respecto al calificativo (según la RAE aberrante es aquello que se desvía o aparta de lo normal o usual), la novela me ha parecido una sutil y refinada aberración para mi intelecto.
Si alguien la ha leído o si tenéis oportunidad y ganas de hacerlo, por favor hacedme saber vuestra opinión, para poder determinar si soy un bicho raro o es que simplemente me estoy volviendo majara, que es la opinión que éste que no me la recomendó tiene ahora de mí después de escuchar mi argumentación sobre la novela.

lunes, 5 de abril de 2010

LA VIRGEN DE LA MOSCA - Enrich Balash

PROPUESTAS DE LECTORES (Reyes)



¿Qué hace la iglesia ante el robo de una importante obra de arte?
El detective Frank Dónovan tiene a sus espaldas una agitada vida profesional y ahora sueña con llevar una vida más apacible, y, quizá, cambiar los peligros de la delincuencia por los del matrimonio, hasta que recibe una misteriosa carta anónima que le cita en un lujoso hotel de la provincia de Granada. Alentado por la curiosidad y la generosa suma anticipada en concepto de gastos, acude a la cita y recibe un extraño encargo: recuperar una tabla renacentista desaparecida de la Colegiata de Toro, cuyo robo no se ha denunciado a la policía.
A partir de ese momento, Frank inicia una laboriosa investigación que le sumerge en el sofisticado mundo de los traficantes y coleccionistas de arte, donde el dinero negro y la ambición circulan sin trabas. La Iglesia y los servicios secretos no son ajenos al asunto y mantienen sus propios intereses: están dispuestos a todo, incluso a matar, si alguien dificulta sus objetivos.
Al leer la sinopsis de esta novela me quedó una buena impresión y muchas ganas de leerla, sobre todo al saber que todo gira en torno a una obra pictórica real, la Virgen de la Mosca que se encuentra en la Colegiata de Toro, pero a medida que iba leyendo el interés iba decayendo. Desde el primer momento aburre, el autor abusa de los datos y los conocimientos en su afán por demostrar que sabe de lo que habla, sin embargo el desenlace es previsible, todo suena a algo ya conocido y recuerda  a Dan Brown con "ángeles y demonios" y a ese deseo de responsabilizar a la iglesia, concretamente al Vaticano, de los grandes males del mundo.