Ayer terminó el plazo para participar en el concurso organizado por El club de la manzana:
La carta que me habría cambiado la vida.
El concurso consistía en escribir una carta en la que le contaras a tu yo "joven" lo que te hubiera gustado saber, aquello de lo que le quieres avisar o a lo mejor algo general sin dar demasiadas pistas.
Aquí os dejo las cartas participantes por las que podéis votar como siempre: 3 puntos a la que más os haya gustado, 2 puntos a la segunda y 1 punto a la tercera.
Tenéis hasta el próximo día 19 para votar.
Os recuerdo que el premio es un libro que ha donado nuestra compañera Caty para el concurso:
Memorias de la inocente niña homicida de Isabel Camblor.
Carta 1:
Escribo esta carta a mi yo adolescente cuando he alcanzado una edad madura y en la que me gustaría corregir errores y modificar decisiones tomadas en el pasado .Para ello primero quiero prevenirte de que .............. no, mejor te aconsejo que ....................... pero ahora que lo pienso , será mejor si .............Hasta aquí llega mi carta , he intentado escribirte varias veces y siempre que accedo este punto o mejor dicho hasta estos puntos, desisto de proseguirla porque cuando lo hago siempre llego a la misma conclusión.
No voy a intentar corregir tus errores , no voy a prevenirte de lo que te va a acontecer, no voy a darte consejos que modifiquen tu carácter porque si lo hiciera , cambiaria nuestra vida ( la tuya futura , la mía pasada y presente ) y no se puede cambia el pasado ni quiero cambiarlo, porque la mujer que te escribe esta carta es el resultado de una vida vivida con sus penas y alegrías, con sus aciertos y sus errores y mi vida ( tu vida futura ), puede que haya ser mejor o peor pero es lo que me ha hecho ser quien soy y como soy, ha sido el camino, mi camino.
Carta 2:
Me gustaría decirte muchas cosas para el futuro. Evitar que cometas errores que después te costará subsanar, pero creo que no es buena idea.
Lo mejor es que te equivoques, probando, como siempre has hecho. Algo que te ha ayudado a equivocarte menos y a tomarte las cosas con menos seriedad.
Con esta carta solo te quiero animar a no dejar de hacer, a no de dejar de probar, a disfrutar tu vida día tras día.
Tus mayores pesares vendrán por no lo hecho, por haber intentado ser lo que los demás esperaban de ti, por mantenerte dentro de la norma y no donde tu querías.
Toma tus decisiones, haz lo que de verdad te apetezca e inténtalo tantas veces como necesites. Nunca dejes de hacer algo que quieras por que alguien cercano se considere con
derecho a reflejar su vida en la tuya.
Tu vida te pertenece y los demás no tienen derechos sobre ella.
Viaja, prueba, cambia y nunca pierdas la ilusión por lo nuevo.
Carta 3:
Préstame atención, mi yo del pasado, y
escúchame bien. No voy a incordiarte con consejos estúpidos a los que no harás
ningún caso. Recuerda que te conozco y sé cómo piensas. Esto que te escribo es
mío, y por tanto, también tuyo. No hay mentiras. No hay trucos, ni engaños ni
mensajes ocultos.
Una
sola cosa quiero decirte, y por nuestro bien espero que la tengas en cuenta. Despréndete
pronto de esa mueca perdida y ve rápido a por tu tiempo, aprisa que se escapa,
es efímero, fugaz y frágil, y te está esperando deseoso justo ahí delante.
Deléitate en él pero vigílalo con firmeza, porque también es astuto e ingrato y
no existe seguro completo contra la locura y la tragedia, que encuentra siempre
un resquicio por el que entrar y empezar a roer, ni tampoco contra los destinos sin
alcanzar y los anhelos sin satisfacer.
¿A qué
esperas? Espabila y toma lo que es tuyo que, a pesar del caos, la vida tiene
algo de glorioso.
Carta 4:
Querida yo del 68,
he buceado para buscarte y la verdad es que no estás a tanta profundidad como
se podría pensar, más que nada por el tiempo que ha transcurrido desde
entonces, te he encontrado a la primera y es que me parece que no hay mucha
diferencia entre las dos. Bueno, si, vale, estoy mayor, pero Joan Manuel,
Ottis, Janis, Jim…, me siguen emocionando, me reboto con las injusticias y sigo
diciendo muchas palabrotas.
Esta carta viene
del futuro, lo que te va a pasar ya ha pasado y no se puede cambiar, a no ser
que por fin se invente la máquina del tiempo y sea asequible a las economías
paupérrimas. ¿Qué te diría si pudieras leerla? Lo mío no son los consejos, no
me gusta darlos, ya sabes lo inseguras que somos.
Al grano, vamos a
ver ¿Por qué estás tan pendiente de lo que la gente piense de ti? Y no solo la
gente conocida sino la que te cruzas por la calle. Es automático ya lo se, pero
ponle freno, como dirá una canción muchos años después “No mires a los ojos de
la gente” ellos pasan de ti, pasa tu de ellos.
Otra cosa,
complejos fuera o por lo menos fíjate más en todo lo bueno que tienes y no en
lo que careces. Eres mona de cara, bajita pero, de momento, con buen tipito,
tienes quince años “la niña bonita”, aprovéchate y no te estreses porque los
chavales no te piden salir, tu no lo ves pero te lo digo yo, no te piden salir
porque los acojonas un poco, no te han clasificado, eres un bicho raro, no te
expresas, pareces fría. No saben que la timidez te puede, la inseguridad, el
“qué van a pensar de mi” te impiden soltarte la melena y que además y en el
fondo, no quieres salir con un chaval, te da miedo, la educación nacional-católica
del colegio de monjas te ha puesto un cinturón de castidad virtual del que
tardarás algún tiempo en desprenderte. Y querida, por favor, habla, pide,
razona, exprésate, te vas a llevar muchos malos ratos por no hablar a tiempo.
Para terminar, eres
inteligente pero no lista, ya no hay remedio pero si pudiera con esta carta
cambiar algo te diría: fíjate en lo que te rodea, la situación de tu familia y
las opciones que tienes y escoge un camino real y pragmático. Quizás me he puesto
críptica pero tú ya me entiendes.
Pues adiós, besos y
abrazos de tu yo sesentón ¿Recuerdas la canción de los Beatles When I’m sixty
four? ¡Qué lejos parecía y qué poco me queda para eso!
P.D. ¿Te acuerdas
del niño que te gustaba tanto? El de las melenas, por el que ibas andando a
otra parada del autobús a ver si lo veías…, bueno pues ahí queda la cosa, no te
digo más.
Carta 5:
¡Qué difícil está resultando crecer! Cuándo me recuerdo sentada en la mesa de la cocina haciendo mis deberes mientras mi madre cocinaba deseo decirme muchas cosas. "Te equivocarás si ....", " errarás como digas...", pero me he dado cuenta que la vida es eso, equivocarse, rectificar, una y otra vez.
Aunque sí pudiera, si me gustaría decirme un par de cosas:
No dejes de decirle a mama que la quieres, fue algo que siempre evité hacer, no se sí por pudor, o si lo consideraba sensiblero y ñoño. También había un intento intencionado de diferenciarme de ella y hoy me encuentro repitiendo a mis hijos las mismas frases. Un día ella se marchó y esa frase, te quiero, se quedó muerta en mis labios, y no dejaré de arrepentirme nunca por las palabras no dichas.
Y lo segundo que quiero decirte es que nunca dejes de quererte. Durante un tiempo alguien aparecerá en tu vida y te convencerá de que vales muy poco, que nada significas sin él y tú le creerás. No dejes que te lo haga, se fuerte y no bajes los peldaños del infierno que él pretende. Podrás hacerlo, salir y volver a respirar.
Y después te contaría que conocerás a alguien, alguien especial, pero eso es algo que tendrás que vivir y sobre todo disfrutar tú. Posiblemente no consigas alcanzar las metas que ahora te planteas, económicas, laborales, sociales, pero te darás cuenta que tus ambiciones han cambiado y que posiblemente estés en un estadio parecido a la felicidad.
Carta 6:
Hola “Yo con bastantes años
menos”. Ya me hubiera gustado que a los
18 años me hubieran podido decir
lo que me esperaba en la vida. No me arrepiento de nada, pero seguramente hubiera
intentado darle un giro a algunas cosas.
No creas que te voy a desvelar gran
cosa, aunque creo que a todos nos gustaría saber a que nos vamos a enfrentar en
el futuro. Pero eso es lo bonito de la vida, irla descubriendo paso a paso. De
todas formas no me perdonaría, ya que tengo la oportunidad, comentarte algunos
detalles.
Desde pequeña te tuvieron entre
algodones porque había mucha gente a tu alrededor para protegerte, cuidarte,
mimarte, en una palabra para hacerte la vida más fácil. Todavía recuerdo la
casa de los abuelos, siempre llena de tíos y primos, donde cualquier hecho lo convertíamos
en anécdota cualquier anécdota era un acontecimiento.
Pero el tiempo pasa y sin darte
cuenta tienes que empezar a volar por ti misma. Tendrás que enfrentarte al día
a día y aceptar que la vida no es fácil, que la inocencia de la infancia y el
ímpetu de la juventud, dan paso a una madurez con más preocupaciones y
responsabilidades.
Pero sea lo que sea lo que te
espere en el futuro, nunca culpes a los que estuvieron a tu lado, lo hicieron
con todo el amor del mundo y procurando siempre lo mejor para ti.
Un
saludo y ánimo, tu puedes.
Carta 7:
Apreciado Yo:
No sabes lo que es un Campo Mórfico pero estoy
seguro que correrás a buscar la información. Cuando descubras de que se trata
puede, solo puede, que mantengamos cierto contacto el uno con el otro. Sabrás
donde depositar tus cartas: los rincones de la casa que nadie recuerda, los cajones
donde guardas cosas y que rara vez vuelves a abrir, las esquinas de los
jardines de Maria Luisa donde solo tu pie ha marcado la tierra.
Si
esto no diera resultado sigue las instrucciones. No se me está permitido dar
grandes detalles así que dividiré esta misiva desde el futuro en apartados
concretos muy generales.
Las Cosas: tienes tantas cosas ahora que luego
no conservarás, hazte a la idea: las cosas acaban poseyéndote, deshazte de ellas
cuanto antes y quédate con las importantes. Es difícil saber cuales, una pista:
objetos de otras personas que ahora tienes a tu lado; vivas.
Tú: luchar contra tu cara no sirve, ella sola
se moldeará con el paso de los años: utilízala en tu beneficio.
No quieras ser odiado por que te odiaran de
todas las maneras.
Sé
que te esfuerzas en ser un cabrón, no merece la pena, créeme, lo serás a tu
pesar para muchos. Sabemos que no lo somos pero ellos no: eso es bueno.
Cultiva la amistad como ejercicio gnóstico y
no como deber. Quiere a los amigos y si se marchan, que lo harán, atesora con
cuidado los consejos y el recuerdo de los buenos tiempos.
El amor: podría advertirte de unas cuantas
“adversidades” que tendrás que sufrir pero ¿quiero? ¿Lo quieres tú? Es un camino áspero que lo harás caminando.
Te hará rozar el odio y ¿sabes? Esto si merece la pena. Claves: Guárdate algo Apreciado
para ti y pierde el tiempo complicándote en este asunto la vida todo cuanto
puedas, cuanto más mejor y hablo de cantidad y calidad. La recompensa llegará
tarde, el camino estará sembrado de flores.
Cuídate del verano amigo mío, el invierno es
tu estación. Recuerda este instante lluvioso y frío que será la fuente de tu
inspiración. Vive y no dejes vivir si no es con tu presencia, eres un ser “bisagra”
que puede doblar el destino de muchos, de algunos que ni siquiera llegarás a
conocer íntimamente.
No se está mal aquí, no te niego que podría
ser mejor, de todas formas estoy contento con tu trabajo.
P.D.: no te preocupes por el cabello…aún sigue
ahí.