Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o padece realmente un grave y peligroso trastorno psicológico.
9 comentarios:
La protagonista Alicia, es ingresada en un sanatorio mental de Castilla. Con su enfermedad, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives muy eficaces resolviendo casos muy complicados. Según una carta de su médico particular dirigida a otro colega, la realidad es otra: tiene una paranoia obsesiva por atentar contra la vida de su marido. Alicia que es una mujer extremadamente inteligente, culta, sabe aparentar ser una persona normal, conquista a todo el que le rodea. Por todo ello confundirá a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alicia ha sido ingresada injustamente o padece realmente un trastorno psicológico grave y peligroso.
Casi al final de esta historia se demuestra que Alicia Almenara tiene un cuadro de paranoia además de simulación de la misma, con una dependencia hospitalaria, lejos de ser una mujer peligrosa pues su enfermedad era provocada por la presencia de su marido de quien reconoció que la había estado engañando, la había arrebatado sus bienes, por eso decidió alejarse de él. Ella es dada de alta ya que los psicólogos y psiquiatras consideran que es independiente para todas sus actividades de la vida diaria.
El libro respecto a enfermedades mentales y psiquiátricas, está muy bien asesorado ya que los síntomas se ajustan a la realidad.
Alice Gould, personaje principal y muy bien definido, que hace del resto de los personajes unos simples satélites.
Cada una de las descripciones de situaciones y cada uno de los personajes sirven para definir más detalladamente el carácter y la personalidad de esta mujer.
Clase alta, muy inteligente y muy consciente de su valor, que durante toda la novela es el fiel retrato de una clase "superior" y que como tal es capaz de sentir pena, cariño e incluso a veces cierta empatía, pero siempre sin con una cierta distancia y sin involucrarse realmente.
Aunque sin un conocimiento real del mundo de las enfermedades mentales creo que el autor nos ha hecho una presentación bastante interesante de algunos de los problemas que pueden darse en un centro dedicado a personas con distintas patologías psíquicas. Algunas de ellas resultan realmente inquietantes y cuando las sufren algunos de los personjes a los que he cogido un cierto cariño durante la lectura, aún peor.
Esta novela que me ha impactado y gustado a partes iguales, presenta a Alice Gould como una manipuladora tan astuta que ni ella misma se da cuenta a veces de como consigue todo lo que quiere de los demás y llega a creer que el seguimiento y el cariño con el que la tratan los demás (tanto pacientes, como médicos y personal del hospital) es por su capacidad y su saber hacer.
Es un gran libro y creo que el autor al final, al menos de mí ha conseguido lo que quería. Me ha mantenido durante toda la narración pendiente de la verdad sobre la salud mental de la protagonista; protagonista que sinceramente ha llegado a caerme bastante mal.
Alicia me dio mala espina desde el primer momento. Tanta inteligencia y tanta perfección derrochadas de modo tan condescendiente no podían ser muy normales.
Mujer educadísima, inteligentísima, con aires de grandeza, acostumbrada desde siempre a mandar, a ser el centro de atención y a seducir y deslumbrar a cualquier persona que se pone por delante, terminó resultando bastante irritante y no logré empatizar con ella.
Es por esto que desde un principio me posicioné del lado del director, sólo respecto al diagnóstico claro, porque Samuel Alvar es otro personaje harto insoportable.
Y me mantuve firme hasta el final, aunque el autor se empeñase una y otra vez en hacerme cambiar de opinión con constantes y asombrosos giros argumentales.
Me ha impresionado mucho la espectacular galería de dementes que acompañan a la protagonista y a través de la cual se hace un amplio repaso de las distintas patologías mentales, fobias, esquizofrenias, paranoias…, todas ellas explicadas de una manera asequible a los poco entendidos en la materia y tratadas con el máximo respeto, y de los tratamientos con los que eran corregidas. Afortunadamente métodos tan cruentos como el electroshock y el coma inducido por sobredosis de insulina han sido sustituidos por nuevos fármacos que seguro son mucho más eficaces para los pacientes.
A pesar de la prosa un poco arcaica, poco habitual en el lenguaje actual y a pesar del fuerte regusto de conservadurismo religioso de derechas puesto de manifiesto en algunos comentarios referentes a religión, matrimonio, sexo y política, y el clasismo que emanan frases como “…con lo guapa que eres y viniendo de una familia bien, es imposible que seas una tarada” (¿es que acaso los burgueses tienen patente de inmunidad contra la locura?), a pesar de todo eso, digo, ha sido una inquietante lectura sobre el funcionamiento del subconsciente y sus secretos, de la mente humana y de sus mecanismos de defensa. Una buena reflexión sobre lo fácil que puede resultar cruzar esa sutil línea que separa la razón de la locura y hacer que la balanza caiga del lado equivocado.
Alice Gould ¿paranoica?...totalmente y, para mí, sin ninguna duda desde el principio del libro, a pesar de los intentos del autor por crear confusión. Una personalidad tan engreída, una mente tan calculadora y la agresividad con la que responde cuando está apabullada (por el director A.A.), asustada (por el Gnomo) o incomodada ( por La Gatita Lesbiana), no son propios de gozar de salud mental. Otra cosa son la realidad de su matrimonio, el shock de verse ingresada en un “manicomio”, etc…, pero lo que no cambia desde el principio hasta el final es su personalidad y mente. Creo que según avanza la historia el comportamiento de Alice va evidenciando su falta de cordura.
Director A.A.¿incompetente?... depende. Desde el punto de vista sanitario falla en sus reacciones y comentarios con distintos enfermos, pero con la protagonista hace un diagnóstico certero, y además es el único que no cae rendido a sus pies y que no se deja llevar por el superior rango social que ella se empeña en exhibir. Desde un punto de vista de gestor representaba una nueva corriente que apostaba por un cambio en las normas de convivencia de estos centros. Es su personalidad despótica y arrogante la que hace invisibles sus cualidades.
El autor respecto al resto de enfermos ha hecho una exposición clara de sus circunstancias y de las formas de exteriorizar las distintas patologías mentales. Las historias de cada uno de ellos son emotivas e inquietantes por poner de manifiesto lo frágil que es la línea que separa el sano juicio de la demencia.
Después de todo lo expuesto, me planteo las siguientes cuestiones ¿la reforma psiquiátrica que implicó con el tiempo el cierre de lo que ya en esta época pasaron a llamar sanatorios mentales es lo que el estado del bienestar ha de ofrecer a estos enfermos?¿están las familias preparadas técnica y emocionalmente para hacerse cargo de esa hipotética reinserción?. Está claro que estas instituciones funcionaban mal, con métodos agresivos y dañinos, pero ¿la solución eran cerrarlos?. Mi respuesta a los tres interrogantes es categórica: NO.
A pesar de que el autor, Torcuato Luca de Tena, trata de confundir- liar al lector durante toda la novela, realmente es imposible pensar que una personalidad tan arrolladora, manipuladora y perfeccionista como la de Alice Gould esté muy bien de la cabeza, especialmente porque hace gala de su piedad y de su gran humanidad pero no es más que un fingimiento que encierra crueldad contra todos los que a su entender se salen de sus cánones éticos o morales (la gata lésbica o el director Samuel Alvar).
Lo mejor de esta novela son todos los personajes secundarios que rodean y circulan alrededor de Alice, los locos (los renglones torcidos) y el personal sanitario. El autor demuestra un gran conocimiento tanto de enfermedades como de tratamientos y consigue hacer unos magníficos retratos, como no destacar a Ignacio Urquieta y su fobia por el agua, a Rómulo cuidando de la niña oscilante, al investigador de los nueve universos o Montserrat Castell.
Mientras avanzaba en la lectura me fui alejando cada vez más de la protagonista, que se convertía cada vez más en una mujer altiva y prepotente y me fui dejando arrastrar por ese submundo de locura pero también de humanidad.
Una lectura muy recomendable a pesar de que el lenguaje a veces resulta un poco arcaica en su forma e incluso cursi, reflejo de la época.
Los renglones torcidos de Dios, como los denominaba el personaje entrañable "el astrónomo", son todos aquellos enfermos psiquiátricos ingresados en el manicomio donde se desarrolla la trama de la novela. Reflejan una realidad social en una determinada época, donde el tratamiento a que eran sometidos estaban basados aún en métodos que hoy consideraríamos intolerables. Sin embargo, también se observan atisbos de progreso en su tratamiento, como las nuevas reformas que quiere implantar Samuel Alvar, y que van siendo rechazadas conforme se desarrolla la trama del libro. Estos personajes llegan a hacerse imprescindibles para el lector, acompañándolo durante toda la lectura, y en ellos se dan todos los sentimientos humanos, expresados fuertemente, llegando a crear un gran contraste con otras figuras del libro, como los médicos, enfermeros o la propia Alice Gould. El libro me ha gustado, hacía ya tiempo que quería leerlo, y no he quedado decepcionado.
Alicia no parece humana. Es perfecta. Inteligente en exceso, pone en jaque a médicos , enfermeras ,policías……,y al lector. Porque hay un momento donde se duda tanto ,que los locos parecen cuerdos y los cuerdos nos parecen locos. El libro engancha desde el primer momento, no sólo por la misteriosa trama, la descripción de los personajes es dibujada y fabulosamente descriptiva.
El autor en medio de una trama ”policiaca” nos hace reflexionar sobre la realidad delos manicomios en España ,y la incipiente política siquiatrica de la época (años 70-80), que afortunadamente cambia en 1989 con la desaparición de los “ sanatorios mentales “.
El único renglón torcido en la escritura de Dios que observo en el libro , es el de las vanidades humanas. El prepotentente Dctor. Alvar con su falta de sinceridad provocó el enfrentamiento de todos y la altiva y orgullosa Alicia llega a sentir el miedo de caer en su propia trampa y la desesperación de la huída. La confusión , la culpabilidad , los complejos y los miedos ( aunque sean matemáticos ) son tratados en el recinto como demencias , pero son en definitiva la vida misma. Y la super-woman-detective, declarada “sana” por los médicos pero en realidad enferma y presuntamente asesina ( ¿?) cuando se siente libre se reconoce enferma y totalmente dependiente del hospital , de los médicos y de sus compañeros y amigos , “esos pobres“ desposeídos de la razón.
Me alegro de volver a leer este libro, me fascino en su día la inteligencia de Alicia y me ha vuelto a encantar, el autor nos describe los distintos personajes y sus patologías maravillosamente y a través de Alicia Gould, personaje principal, una paranoia defendida inteligentemente, con razones y argumentos que confunden en toda la novela a médicos, enfermeras, cuerdos, locos e incluso a mi. Alicia entra en el centro psiquiátrico no como enferma, sino como detective para resolver un crimen , a lo largo de toda la novela defiende su argumento y esclarece no solo ese que ella investigaba, sino también otros.Razona su cordura y manipula a su antojo a todos los habitantes del manicomio.
Novela recomendable
Que pequeña se hace la barrera entre la cordura y la locura, asusta.
Novela ambientada en un hospital psiquiátrico donde la protagonista alardea de su cordura hasta hacer dudar a todo el personal.
El hombre es un animal racional, ¿cómo llamamos entonces a esas criaturas allí internadas privadas de raciocinio?...¿los renglones torcidos de Dios?. Me incomoda esta idea, ¿no son humanos?¿dejamos de ser personas si perdemos la razón o perdemos la razón si no nos tratan como personas?
Este libro me causó un gran impacto. La confrontación de una mente brillante y manipuladora frente a mentes ofuscadas por la paranoia, el delirio, la fobia o simplemente malformaciones físicas muy importantes me llevan a las preguntas anteriores.
La novela es una llamada de atención hacia estos marginados sociales y deriva hacia cómo deberíamos afrontar un problema social de dificil integración.
Me ha parecido magnífico,
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