Cecile Goldberg tenía tres años cuando escuchó en Suiza el sonido de un violonchelo. Ese día Cecile supo que jamás abandonaría la música. La desaparición de su madre le hará emprender un viaje en el que encontrará el verdadero amor y conocerá la traición de una amistad. Una vida convertida en un trágico ir y venir de acontecimientos, y una novela que descubre el alma de la música clásica a través de las notas de un violonchelo azul.
14 comentarios:
Sabor a canela cuenta la vida de una mujer, Cecilia Goldberg, apasionada por la música y por pocas cosas más. Desde muy joven la desgracia la rodea, sus padres se divorcian, su madre la abandona, un descarrilamiento del tren en el que viaja hace que pierda al hombre que ama y a su mejor amiga y finalmente una bomba terrorista le arrebata a su hijo. Todo muy folletinesco, pero no hay un dolor marcado a fuego como podía esperarse después de tanta tragedia, el gran drama de su vida es que no puede llegar a ser directora de orquesta.
Ella pasa por la vida de una forma inconexa, cuando debería viajar a Paris cambia el rumbo y emprende (como Marco) la búsqueda de su madre por Sudamérica acompañada de su amiga. Cuando conoce al amor de su vida es capaz de dejar abandonada a esa única amiga que ha tenido. Cuando sufre el accidente de trenes y descubre que está embarazada se marcha con su padre sin tan siquiera pensar en el novio, igualmente con sus padres, …, en fin, una mujer que va dejando cadáveres en su camino, reales y virtuales.
Lo mejor de esta novela es la forma en que el autor relata la historia, de forma muy sencilla y concisa, con capítulos muy breves que hacen que la lectura sea muy amena y rápida. Hay un capítulo que me parece muy especial, cuando Cecilia tras perder a su hijo se afana en quitar una mancha en la tetera, es el momento de desazón y soledad más absoluto del libro. Pero por lo demás no expresa sentimientos y los personajes secundarios son planos y sin vida
La vida de cecilia desde su infancia esta centrada en la música y en su violonchelo azul.
Es una historia triste cargada de amores imposibles, desgracias y la lucha continua por triunfar siendo mujer, nada menos que como directora de orquesta.
Su madre desaparece y decide ir a buscarla; su amiga Margot compañera desde niña, la acompaña en ese viaje en el que Cecilia encuentra el amor y queda encinta y como la fatalidad los separa, también de su violonchelo.
Sigue con su lucha de dirigir un concierto. Se olvida de su amiga y del padre de su hijo que ignora que lo tiene y de nuevo la fatalidad entra en su vida arrebatándole el hijo en un atentado terrorista perpetrado por su amiga olvidada Margot.
.Consigue dirigir un concierto disfrazada de hombre, consigue su sueño pero no lo desvela, me hubiera gustado un final triunfal dejándose ver como mujer.
Margot, su amiga y enamorada en la cárcel, le deja un hijo en acogida (yo te lo quito yo te lo doy) y se suicida, revelándole también el paradero del viejo violonchelo que había custodiado celosamente desde aquel fatídico viaje.
El título es el nexo de unión de la familia, té con una ramita de canela.
Amor, tragedia, lucha y la música, siempre la música.
La protagonista de esta historia, Cecile, es una mujer que desde muy niña siente el amor por la música. Es importante decir que siente y no descubre porque la primera vez que oye el sonido de un violonchelo rompe a llorar por los sentimientos que la melodía despierta en su interior. A partir de ese momento la música se convierte en su vocación.
Reducir este relato a unas desgracias correlativas que van sucediendo en la vida de Cecile sería quedarse con una perspectiva superficial de la trama. El arranque de su devenir es el abandono que sufre por parte de su madre y lo más dramático es el mutismo sobre las causas de este abandono con el que tiene que convivir. Esto la marca profundamente y en su vida a partir de este suceso se definen los dos deseos que conducirán su destino, uno es descubrir los motivos que llevaron a su madre a abandonarla y el otro es hacer música.
Me ha parecido un libro con una prosa poética de fácil y placentera lectura. Destaco del texto las evocaciones continuas a la literatura y me quedo con la cita “Asumió que leer es hablar con gente inteligente”
Si tuviera que escoger un personaje secundario por su humanidad y sensibilidad mi elección sería, Albert, el padre de Cecile. Igualmente si tuviera que escoger un personaje secundario por su individualismo y deslealtad mi elección sería Santiago, el amor de Cecile.
Es una historia en la que la prisa y la falta de objetivos claros son la nota dominante. La protagonista vive de forma acelerada. Su vida y su refugio es la música, pero al mismo tiempo es la escusa que utiliza para no pensar demasiado. Es el salvavidas del náufrago ante una vida que va a saltos. Sus sentimientos no quedan claros en ningún momento. Llega a parecer incluso bastante fria ante su familia y amigos.
La historia de amor con "el hombre de su vida" no es creible. Esa seguridad que siente nada más verlo de que está frente a su destino y después con esa misma facilidad olvidarlo cuando cree está muerto parecen más bien los impulsos de una niña bien que no conoce más que facilidades en su vida.
Aunque la narración es bella, la historia no me terminó de convencer y algunos pasajes incluso me molestan. Por ejemplo cuando la ex amiga le deja a su hija como intercambio por el hijo que perdió. Es una lógica de mentes enfermas.
Leyendo estas palabras parecería que no me ha gustado nada la historia, y en realidad no es así. Simplemente me esperaba otro tipo de historia y esta no me ha aportado grandes cosas. La referencia a los libros que iba leyendo si me ha parecido muy acertada y muy acorde con lo que iba encontrando en su camino.
Interesante también las fechas coincidentes con hechos bien conocidos por todos.
Un estilo muy peculiar el de este libro, a caballo entre la narración y la poesía. Una poesía poco centrada en sentimientos o abstracciones y una narración sencilla, quizás un poco apresurada y desprovista de descripciones que dejan al lector un espacio tan grande de incertidumbre emocional, que casi le obliga a imaginar los sentimientos que sienten los personajes en cada una de las situaciones por las que pasan a lo largo de la historia.
Y en este amplio espacio me he perdido un poco con la protagonista. Porque puestos a imaginar, imagino por supuesto que Cecile siente una verdadera pasión por la música, esto es incuestionable, la música lo es todo para ella, la lucha por conseguir convertirse en directora de orquesta es el motor que mueve su vida, Cecile no se rinde ante los obstáculos que le impiden alcanzar su sueño, algo muy loable para cualquier persona indudablemente. Pero me cuesta mucho imaginar que una persona capaz de sentir tal apasionamiento por algo tan bello, se muestre después con tan poca empatía, tan poco comunicativa y expresiva con las personas que la quieren, tan fría y distante con los otros pequeños papeles de su vida: ser hija, amiga, amante, madre, todo es secundario para ella.
No sé, quizás que no era el momento oportuno para esta lectura, la empecé justo después de terminar con la deslumbrante narrativa de Zweig y se me ha hecho un poco extraña. Tal vez en otro momento hubiese disfrutado más de ella.
No obstante, la historia es ligera y nada complicada y las continuas y abundantes referencias musicales que escuché mientras leía la historia me hicieron pasar una tarde muy entretenida.
Con este libro me he quedado a la mitad pues pienso que era ineludible leerlo escuchando la música que en cada momento acompaña a la narración. Todo en él es música, desde el nombre de la protagonista, Cecilia patrona de los músicos, hasta el apellido Goldberg que nos remite a las famosas Variaciones Goldberg de Bach, los capítulos, como muy bien dijo Teresa, parecen movimientos de una obra sinfónica, pero de una musicalidad fría y artificiosa. La narración es interesante por los capítulos cortos, algunos de una frase, la prosa buena pero me ha parecido frío y deslavazado. Esta mujer va por la vida a impulsos de niña tonta sin pensar en su padre que la adora y que corre con todos los gastos. Marcada por el abandono de su madre rechaza a la novia de su padre que es un encanto. Le pasan cosas trágicas de las que no aprende nada. Lucha por conseguir ser directora de orquesta en un mundo de hombres trogloditas que no consienten ver a una mujer con una batuta, pero se pone un ridículo disfraz de hombre para competir en un concurso. En resumen, no me creo nada de lo que me cuenta, no le encuentro sentido ni sentimiento.
Cuando comencé esta novela, la lectura era rápida y cautivante ya que nunca había leído con capítulos tan cortos y poco enredados. La manera de introducir la música, sus instrumentos, compositores, etc., me parece agradable. Es la historia de Cecile una niña que vivió y sintió la música gracias a sus padres, su ilusión era llegar a ser directora de orquesta, pero en el trayecto hasta lograrlo, pasó por todas las vicisitudes que nunca se pudo imaginar. Se va a buscar a su madre acompañada de su amiga, en el camino su amiga le revela que está enamorada de ella, pero Cecile decide seguir la búsqueda de su madre. Se enamora de un joven, pero su felicidad se ve truncada debido a un accidente de tren al volver con él a su tierra. La separación de la persona que ella ama fue forzada, pero la noticia que le dio el médico de su embarazo fue muy agradable ya que pensó que tendría una parte de Santiago. Decide seguir adelante dejando sus sueños a un lado, pero luego lo retoma presentándose de nuevo a la prueba de directora pero con un añadido, se disfraza de chico y lo consigue. Curioso es como el autor mezcla en cada acontecimiento en la vida de Cecile con una fecha historia o un suceso real.
hola
Sabor a Canela cuenta la vida de Cecile Goldberg,una niña qué desde muy pequeñita tenía pasión por la música. Todas las tardes tocaba el piano con su padre y su madre preparaba un té con una ramita de canela.
Cecile fue al colegio y se hizo mejor amiga de Margot Kaufman.
Un día Cecile llegó a casa y su madre no estaba,se había marchado y se había separado de su marido y éste se casaba con Catharina Beyeva.
Ella descubrió su pasión por la música pero sobre todo por el violonchelo.
Cuando cumplió dieciocho años ella y su amiga Margot emprendieron un viaje en busca de su madre,Terese Fainberg. Aí descubrieron que María,su niñera de la toda la vida había fallecido y que su madre se había marchado para cuidar a un hermano enfermo suyo.Cecile encontró a su madre y nunca más se separaría de ella.También encontró al amor de su vida,Santiago Lussardi.
En la vuelta a Europa,el tren descarriló y Cecile no supo nada de su amiga y de su amor,sólo de que estaba embarazada.
El mismo día en el que Cecile Goldberg tuvo a su hijo llamado Sèbastien,Santiago en la otra parte del mundo se estaba casando con Clara,su antigua novia.
Dos años después,Margot puso una bomba en París donde Sèbastien murió.
Tras su larga y dura recuperación Cecile decidió dedicarse a la música y ser directora de orquesta que tras muchas derrotas lo consiguió.
Santiago visitó a Cecile,no podían estar el uno sin el otro.Santiago se separó de Clara y Cecile de Gilbert,su actual marido.
En el juicio del atentado Margot y Cecile se volvieron a ver,Cecile no se lo podía creer,su mejor amiga la asesina de su hijo.
Margot fue condenada a cadena perpetua y le dijo Cecile que estaba embarazada y que el bebé sería para ella y así fue.Margot apareció muerta al día siguiente.
Cecile consiguió el título de directora de orquesta haciéndose pasar por un hombre y Santiago dirigía de vez en cuando alguna orquesta
Santiago Lussardi y Cecile Goldberg se casaron y vivieron felices junto a toda su familia,la música y del té con canela.
Toma ahí esa Mari buena jajaja
esta to bien er libro (:
es de musica y eso
ya ves
Cecilia Góldberg era capaz y sabia tocar el chelo a sus 5 años de edad.un día su madre se divorcia y la abandona... Que rollo de libro tío.
Me lie mucho en el principio del libro
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