MIGUEL DELIBES EN MI CAMINO (Desde mi biblioteca) Susana
Se
ha escrito tanto y tan bien sobre Miguel Delibes, que ahora que me toca
realizar un humilde homenaje a su memoria, su trabajo, su vida…, no tengo muy
claro por donde empezar….
Cronológicamente es
fácil, nació en Valladolid, el 17 de Octubre de 1920, el apellido Delibes es de
origen francés, su abuelo fue emigrante que trabajó en la construcción del
ferrocarril cántabro. El joven Delibes estudió en su ciudad natal en la Escuela
de Comercio, posteriormente Derecho y Artes y Oficios.
Gracias a estos
últimos estudios comenzó su andadura periodística, primero como caricaturista
en el diario El Norte de Castilla y posteriormente como periodista.
Hasta
que no se casó, en 1946, con Ángeles Castro, la cual fue su compañera y amiga
hasta 1974 fecha en la que falleció, hecho que marcó un antes y un después en la vida de Miguel Delibes, no
se puede decir que comenzó su verdadera andadura por la literatura a través de
la cual lo conocemos.
Pero
realmente, mi homenaje lo centraré en la relación escritor-lector, la cual comenzó desde muy jovencita, leyendo “El
camino”. Creo que como casi todos de nosotros fue una de las lecturas
obligadas del colegio o del instituto. Confieso que nunca he relacionado
ninguna de estas lecturas como un deber o las tengo como un mal recuerdo, creo
que es porque siempre me ha gustado leer.
Pero este libro fue especial, había conocido a Miguel y desde entonces
son muchas sus obras las que se han colado en mis horas lectoras, “El mundo en la agonía”, “La
sombra del ciprés es alargada”, “Las ratas”…tantas otras, que es muy
difícil decantarse por una sola.
Pero
lo haré y será una de las que mas he releído “Cinco horas con Mario”. El por qué, son varios los motivos, entre
alguno de ellos esta el lujo de detalles
con el que describe el mundo de un gran
número de femeninas de su época, una descripción tan puntillista de las costumbres sociales, el corsé mental
que tenia dicha sociedad, que lo visualizas hasta el punto de materializar a Carmen y Mario al lado tuyo; y todo esto
desde la mente masculina, de un señor de Valladolid, de familia numerosa y
educación clásica; todo un logro.
También
me ayudó las puestas en escena de esta obra, tan maravillosamente interpretada
por excelentes actrices que tenemos en España como Lola
Herrera, Natalia Dicenta o la última versión que se esta representando
con la actriz Natalia Millán, desde
hace dos años y con mucho éxito. Es magistral que un monólogo de casi dos horas
haga que pases toda la obra con la espalda bien recta en la butaca y sintiendo
la pena, la rabia y la ternura de Carmen.
No
puedo dejar también de mencionar, “Los
santos inocentes”, donde se refleja la España rural de los sesenta, el mundo del latifundio con sus señoritos,
esos caciques que decidían sobre la vida y muerte de personas, de sus
sirvientes, a los cuales les trataban como perros y esperaban con altivez un
“gracias señorito” por unas miserables migajas; ese magistral final donde el
mas tonto o el mas listo…., aún no lo tengo claro, ajusticia a su “milana
bonita” y a través de este final tan
duro parece que las piezas se recolocan a costa de ese equilibrio metaestable
en el que viven los mas miserables.
Cómo
olvidar su paso a la gran pantalla gracias a una maravillosa adaptación de
Mario Camus siempre supervisada por
Miguel Delibes y con el magistral Paco Rabal y un insuperable Alfredo Landa.
Cierto es, que su
estilo y su persona no se caracterizaban por derramar optimismo ni positivismo,
pero lo suple con creces con su nobleza castellana y su gran personalidad, su
pasión por la tierra, por las costumbres sencillas y apegadas al campo, claro
reflejo “Diario de un cazador” o
bien “Campos de Castilla”; pero
sobre todas las cosas, el amor a la familia y
el que profesó a su esposa. Me quedaría por nombrar el
resto de sus obras, “El disputado voto
del señor Cayo”, “Mi idolatrado hijo
Sisi”…..sus novelas cortas: “El
loco”, “La mortaja”…, sus cuentos, libros de caza y pesca, libros de
viajes, libros sobre Castilla, artículos, libros infantiles….
Así
como todos los reconocimientos que recibió, desde 1947 con el Premio Nadal, después llegaron
una larga lista: Premio Nacional de Narrativa,
Premio Nacional de las Letras Españolas,
Premio Nacional Miguel de Cervantes….
A
parte de un sinfín de distinciones: Doctor Honoris Causa por la universidad de
Valladolid, de la Complutense de Madrid, de la universidad de El Sarre en
Alemania, de la de Alcalá de Henares, Caballero de la Orden de las Artes y las
Letras de la República Francesa….
No
cabe duda alguna de que su legado es extenso y de calidad y que, en este caso,
fue reconocido en vida del autor.
Guardo
un estante de mi biblioteca solo para sus obras y cada cierto tiempo me gusta
releer alguna, es como una dependencia, una limpieza o sanación literaria
necesaria para recordar lo que es un
verdadero, auténtico genio literario. Nuestro Miguel Delibes.
Os
animo a que caminéis por la senda de uno de los mejores literatos que ha dado
Castilla.
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