PROPUESTAS DE LECTORES (SALES)
El 315 de la calle
Grotta Perfetta en Roma es un pequeño edificio de cinco plantas que
administra María, una joven madre soltera que ha sabido ganarse el
corazón de todos los habitantes del inmueble con su espontaneidad y
optimismo. Cuando una mañana María sufre un accidente de tráfico y
muere, las cinco familias del bloque, en una surrealista reunión de
vecinos, deciden hacerse cargo de la pequeña Mandorla de seis años,
de forma que viva temporalmente en cada una de las cinco casas. La
situación se complica cuando Mandorla muestra una carta escrita por
su madre en la que confiesa que su padre, hasta ahora desconocido, es
uno de los vecinos del 315.
Es entonces cuando se
desatan los miedos y el egoísmo de las familias, que deciden por
unanimidad hacer la vista gorda, mirar hacia otro lado y desechar de
plano la prueba del ADN para saber quién es el verdadero padre, de
esta forma todos serán su familia.
Comienza entonces el
periplo de Mandorla por cada una de las familias que la han adoptado:
en el primer piso, la soltera, la señorita Polidoro, una maestra
jubilada que como única compañía tiene un gato y una colección de
amigos invisibles que la visitan cada noche; en el segundo piso, la
mujer cabeza de familia, la abogada Gró, con un pequeño bebé y un
marido al que mantiene, ; en el tercero una pareja gay de joyeros;
en el cuarto, la pareja de hecho sin hijos y con perro, ella locutora
de radio, él escritor, muy intelectuales ambos, que se pasan la vida
discutiendo y reconciliándose; y en el quinto la familia
tradicional, un ingeniero que todo lo sabe, casado con una perfecta
ama de casa y con dos hijos.
La
pequeña Mandorla nos va contando sus vivencias por las distintas
formas de convivencia, con la mirada desconcertada de una niña que
va creciendo física y emocionalmente, de año en año, de piso en
piso, con ilusiones, con miedos, con infinidad de preguntas sobre la
identidad de su padre y la suya propia. Mandorla nos enciende las
luces de las casa de los demás y nos descubre las sombras de unas
familias aparentemente normales.
Con innegable talento
narrador, la autora construya alrededor del corazón de la
protagonista, una asombrosa novela coral en la que la verdad y la
falsedad cambian constantemente, una historia sencilla llena de
ternura, ingenua, cálida, positiva e ingeniosa, sin llegar a caer en
la ñoñez, que esconde valiosas reflexiones sociales y morales y una
palpable reivindicación de la diversidad de modelos familiares, una
historia bien armada donde lo importante no es lo que pasa sino lo
que se siente.
Os animo a cruzar el
umbral y entrar en el 315 de la calle Grotta Perfetta donde alguien
os puede contar algo como que “Conocer a una persona significa
permitirle de nos dé o nos quite algo. Significa dejar que entre en
nuestra vida: dejar que la ensucie, el día que esa persona tenga los
zapatos manchados de barro. Dejar que la ilumine, si a esa persona se
le ocurre levar consigo una lamparita. Dejar que la cambie, vamos.
Mientras nosotros cambiamos la suya. Sin que quizás ninguno de los
dos- ni nosotros ni esa persona- se dé cuenta de ello mientras
ocurre.”
2 comentarios:
No me llamaba mucho este libro pero ahora leyendo el argumento me ha parecido interesante, puede ser una buena lectura
besos
Es un libro que de forma muy imaginativa nos enfrenta a lo que nos suponen las relaciones personales.
A través de Mandorla y de su errar por casa de todos los vecinos, vemos todo los tipos de relación: las madres madres, los hermanos cariñosos y los terribles, aquellos que nos quieren psicoanalizar y los que nos utilizan para psicoanalizarse, los que van con la verdad por delante sin pensar en las consecuencias y los que intentan minimizar cualquier información, aunque sea sin necesidad, los chantajes emocionales y los que esperan que siempre cumplas sus expectativas,etc.
Todo partiendo del cariño, porque esta claro que todos los vecinos de Mándorla la quieren en mayor o menor medida y quieren lo mejor para ella: es decir son en verdad una familia, una familia un poco extraña como la de la mayoría.
Lo mejor de toda la historia la carta que María escribe a Mandorla diciendo lo que desea para ella y va a intentar darle y la voz de María a través de Mandorla (o lo que Mandorla quiere escuchar) al final de la historia.
Sorprendente: el padre de Mandorla.
Una novela muy recomendable.
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