Las mujeres Laguna están marcadas por una triste maldición: están condenadas a sufrir el desamor, a vivir historias trágicas que las hagan sufrir, y a que las hijas que ellas den a luz perpetúen este doloroso destino.
Véase, por ejemplo, la historia de la bella Clara Laguna: una hermosa adolescente de un pueblo castellano de principios del siglo XX, que se enamora perdidamente de un hacendado andaluz. En ese momento su madre, una hechicera tuerta, la previene de la maldición de las Laguna. Y, en efecto, el hacendado la abandona tras quedarse embarazada y Clara, muerta de rabia, abre un burdel en la casona roja, en las afueras del pueblo. Allí, da a luz a Manuela, una niña fea y marchita. Pero las cosas pueden llegar a cambiar con el nacimiento del primer varón de este linaje
Véase, por ejemplo, la historia de la bella Clara Laguna: una hermosa adolescente de un pueblo castellano de principios del siglo XX, que se enamora perdidamente de un hacendado andaluz. En ese momento su madre, una hechicera tuerta, la previene de la maldición de las Laguna. Y, en efecto, el hacendado la abandona tras quedarse embarazada y Clara, muerta de rabia, abre un burdel en la casona roja, en las afueras del pueblo. Allí, da a luz a Manuela, una niña fea y marchita. Pero las cosas pueden llegar a cambiar con el nacimiento del primer varón de este linaje
4 comentarios:
Saga familiar llena de personajes poderosos, fuertes, impactantes, destinados todos ellos a sucumbir a un final trágico que les viene marcado desde su nacimiento por el odio, la venganza y las pasiones cruelmente correspondidas.
Las mujeres Laguna se mueven en un mundo fantasmagórico, lleno de supersticiones, hechizos y maldiciones de las que no pueden escapar por mucho que lo intenten. Estas mujeres actúan a base de impulsos pasionales, tanto para el bien como para el mal, dentro de un mundo casi atemporal, opresivo y cerrado que sucumbe ante las tradiciones y los convencionalismos sociales, que las marca desde su cuna con un “sanbenito” del que no podrán deshacerse jamás.
Ya he comentado en alguna ocasión que el realismo mágico no es precisamente mi tipo de lectura favorito, pero esta novela me ha parecido una buena historia por lo bien definido de los personajes, por la lucha constante entre la vida y la muerte en una vieja casona roja, donde un jardín siempre florido se alimenta de cadáveres y la cocina se convierte lo mismo en un escenario nauseabundo cubierto de sangre por el sacrificios de animales como en un lugar donde se preparan los platos más olorosos y sensuales. Aunque debo decir que a veces la narración me ha parecido un poco saturada de metáforas y alegorías como si la autora buscase desesperadamente la figura retórica perfecta.
La imagen que al final queda de esta historia es la de una "maldición", pero no aquella de una maldición real, sino la que se habían creado estas mujeres y sus descendientes creyendo realmente que estaban malditas. Sus acciones desde que llegaban a conocer la maldición se veían avocadas al fracaso, sobre todo si como le pasaba a las mujeres Laguna buscaban la aceptación, el respeto y la venganza. Por que siendo como son búsquedas que casi todas las personas antes o después hacen en sus vidas (quizás la venganza no de forma tan sangrienta como las mujeres de esta historia), en el caso de ellas se convierten en verdaderas obsesiones y cuando parece que pueden redimir sus vidas: Cuando el señorito andaluz le regala la casona roja a Clara y con ella le da la oportunidad de empezar desde cero, cuando Manuela hereda la casa y una cantidad de dinero suficiente para vivir toda su vida o cuando Olvido encuentra el amor en el hijo del maestro, no llegan a aprovecharlo o en el caso de Olvido no les dejan aprovecharlo, sino que se centran en su maldición y siguen viviendo para ella, sin posibilidad de escapar. Sin escapar de un pueblo y de unas tradiciones obsoletas; a parte de sus miedos que eran las que realmente no les dejaban escapar.
El libro en el que raras veces llegas a ser consciente de en que época están viviendo, deja un sabor mágico a mundo alternativo en que los años y las costumbres no pasan, uno en el que las tradiciones están muy arraigadas y señalan el principio y el final de todo.
Siendo como es una historia de mujeres, la autora nos presenta a un par de personajes masculinos los dos curas: el padre Imperio y el padre Rafael con mucha fuerza y con dos personalidades que aunque completamente distintas se hacen entrañables desde el principio.
Un poco de “Cien años de soledad”, “La casa de los espíritus” y “Como agua para chocolate”, mezclado, no agitado como el dry martini de James Bond y tenemos una novela con un realismo mágico un tanto falsario, pues se queda en la forma y a diferencia de las novelas mencionadas, no tiene fondo, no aporta nada, un ejercicio a ratos brillante, a veces muy reiterativo, de escritura sin carne.
A un pueblo de Castilla, a finales del siglo XIX llega un señorito andaluz (típica la descripción del indivíduo: su jaca, sus perros, su pelo oliendo a aceitunas, cantando flamenco…). Este primor enamora a Clara la hija de la bruja oficial del pueblo. Ésta siempre le ha hablado a su hija de la maldición de las Laguna: siempre tienen niñas ilegítimas que a su vez tendrán hijas ilegítimas, etc.
El andaluz después de embarazar a Clara la abandona regalándole una casona y tierras para su sustento, pero ella consumida por su neurótica obsesión sólo piensa en vengarse.
Contado así parece un folletín pero es que ese es el tono que he percibido en la novela.
Se pueden comprender las motivaciones de algunos de los personajes y sus acciones se corresponden con lo que les sucede en la historia, sin embargo otros se comportan de forma gratuita sin saber porqué. Manuela es tan desagradable porque Clara su madre aparte de no quererla fue malísima con ella, es fea, no ha conocido el amor, sin embargo Olvido la hija de Manuela, maltratada desde niña por ésta, es muy buena persona, quiere tanto a su hija Margarita que la aleja para que pueda vivir una vida más normal, sin embargo ésta prefiere a la yaya Manuela sin conocerla de nada. Por otra parte Santiago, hijo de Margarita y el único Laguna varón, es un tipo egoista que destruye la última oportunidad de felicidad para Olvido.
Mención aparte merecen los dos sacerdotes, el padre Imperio y el padre Rafael, siempre que salvemos las exageraciones gratuitas.
Y todo esto adornado con margaritas, rosas, madreselvas, que no se marchitan, con olores a encinas, eucaliptos, bollos de canela, gallos muertos, plumas de ganso y tinta violeta, en fin toda la parafernalia que una pueda imaginar del modelo “realismo mágico”.
Como dije en la reunión del club, esta novela no me ha gustado y todavía no me aclaro el porqué de este desagrado: la he cogido en mal momento, me han molestado algunas cosas, no me ha dicho nada…
Posiblemente su autora haya mezclado cuarto y mitad de 100 años de soledad, 2 cuartos de de Isabel Allende, y una 3ª parte de como agua para chocolate,..., pero hasta para mezclar hay que hacerlo con estilo y considero que esta joven escritora lo hace muy bien. Durante la lectura de esta novela me he enamorado con los personajes, he odiado con ellos (y a algunos de ellos), he deseado saborear los platos que preparaban los protagonistas y me he dejado arropar con algunos de los cuentos. En definitiva, me ha encantado el libro, no solo ha sido una buena lectura para los meses de verano, sino que ha hecho que vuelva a recordar algunas de esas novelas y autores que reseñaba antes y que hicieron que me encantara la lectura.Retrata a una saga familiar a la las que el lector debe perseguir durante el transcurso de la lectura, con vidas de mujeres fuertes, de gran carácter y marcadas por una maldición que las conduce al odio y la venganza pero también irremediablemente al amor. Las descripciones de los personajes femeninos son rotundos y espléndidos, (Clara, Manuela, Olvido), pero sin olvidar los retratos que hace de los dos curas que pasan por el pueblo y que llenan la obra de ternura.
Y todo marcado por un paisaje, el puebla castellano, con sus viejas con velo que no pueden olvidar la maldición que llevan las Laguna en su sangre, y que como el Macondo de García Márquez acaba conviertiéndose en intemporal y en un personaje más de la obra.
Publicar un comentario
Este blog ha dado de alta la moderación de comentarios. Serán revisados por su administrador antes de publicarlos.