1º CICLO DE ÉPOCA DEL CLUB DE LA MANZANA

LA GRAN DEPRESIÓN AMERICANA

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17 de enero: De ratones y hombres de John Steinbeck
El Villorio de William Faulkner
¿Acaso no matan a los caballos? de Horace Mc Coy


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jueves, 25 de abril de 2013

EL TERCER HOMBRE de GRAHAM GREENE

Rollo Martins, autor de novelas baratas, llega a Viena (Austria) en 1950 desde Londres paravisitar a su amigo Harry Lime.Luego de la guerra, Viena ha quedado dividida en cuatro áreas bien definidas: los rusos, británicos, los norteamericanos y franceses pero los norteamericanos tienen el control.Rollo no tiene dinero ni hospedaje pero irá su amigo estará aguardándolo. En el aeropuerto de Francfort un periodista lo confunde con otro escritor: Dexter. Al llegar a Viena, su amigo Harry no está en el aeropuerto y recibe un recado de un tal Crabbin que dice que lo pasará a recoger. A Rollo Martins no le gusta esperar. Se dirige directamente al apartamento de Harry suponiendo encontrarlo ahí. Un vecino le avisa que Harry ha muerto en un accidente, un auto lo atropelló en la puerta del edificio hace apenas un par de días.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Graham Greene un buen autora según mi criterio, no se lució precisamente con este libro. Aún conociendo las razones de que escribiera la presente novela, sigo pensando que es más que desechable.
Una buena historia con un diálogo muy pobre que solo se puede ver gracias a la genial interpretación de los actores que la representaron en el cine.
Los personajes de esta novela me resultaron planos y sin demasiado interés. Quizás una reflejo de la época que intentaba retratar tanto los escenarios como su protagonistas no dejan de ser poco claros y como introducidos un poco a desgana.
Recomiendo vivamente la película, pero no así la novela.

Elvira dijo...

Es evidente que se trata de una relato nacido para ser guión y precisamente por esto, los personajes no son dibujados sino tan sólo esbozados sin sustancia alguna. Se trata de perfiles superficiales que, contra todo pronóstico, se cargan con clixés contundentes y fácilmente identificables.

Trinidad dijo...

La historia resulta pobre y excesivamente cargada de decadencia, por mucho que sea la tónica de la época en la que se desarrolla. Todos los personajes resultan de segunda categoría en una trama que por otro lado no llega a dejar huella. El tráfico ilegal de penicilina, basado en hechos reales, resulta mínimamente tratado y por tanto desaprovechado; con todo esto el libro queda a la altura de una pseudonovela.


mª carmen dijo...

Esta novela con un protagonista que vive sin normas, con poder y manipulación para poder sobrevivir. Pero a pesar de todo, el problema es que uno no puede dejar de pensar en la película y el libro resulta insulso y sin ambientación.

Maria Luz dijo...

Es una pena que mi admirado Graham Greene se limitara, en esta historia, a un esbozo, un apunte para el futuro guión de la película. Si hubiera desarrollado la idea inicial en una obra más extensa y cuidada ¿tendríamos otra buena novela de este autor? Ya no es posible saberlo, quiero creer que si, que los personajes y la trama tenían posibilidades. Ese amoral Harry Lime, acostumbrado desde siempre ha hacer su voluntad y cargarle el muerto al rendido de turno a sus encantos, esa concepción de las personas vistas desde las alturas de la noria del Prater, como manchas, como hormigas que no importan sino es para los fines mercantilistas ¿no os suenan de algo? En estos tiempos en los que estamos en manos de los Harry Lime da escalofríos ese diálogo que le abre los ojos al amigo Rollo Martin. Y si, coincido en que la película es, con diferencia, mucho mejor.

Maria Luz dijo...

Es una pena que mi admirado Graham Greene se limitara, en esta historia, a un esbozo, un apunte para el futuro guión de la película. Si hubiera desarrollado la idea inicial en una obra más extensa y cuidada ¿tendríamos otra buena novela de este autor? Ya no es posible saberlo, quiero creer que si, que los personajes y la trama tenían posibilidades. Ese amoral Harry Lime, acostumbrado desde siempre ha hacer su voluntad y cargarle el muerto al rendido de turno a sus encantos, esa concepción de las personas vistas desde las alturas de la noria del Prater, como manchas, como hormigas que no importan sino es para los fines mercantilistas ¿no os suenan de algo? En estos tiempos en los que estamos en manos de los Harry Lime da escalofríos ese diálogo que le abre los ojos al amigo Rollo Martin. Y si, coincido en que la película es, con diferencia, mucho mejor.

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