1º CICLO DE ÉPOCA DEL CLUB DE LA MANZANA

LA GRAN DEPRESIÓN AMERICANA

LECTURAS

17 de enero: De ratones y hombres de John Steinbeck
El Villorio de William Faulkner
¿Acaso no matan a los caballos? de Horace Mc Coy


Club Social de Aljarasol en Mairena del Aljarafe, Avda. de la Constitución a las 19:00.

martes, 28 de diciembre de 2010

LIBROS PROPUESTOS Y NO ESCOGIDOS PARA LECTURA DURANTE EL AÑO 2010

Como algunas veces me habéis pedido he hecho una recopilación de todos los libros que se han propuesto desde que empezó a funcionar el Club, pero que no han sido elegidos como libro de lectura del mes.
A continuación os pongo la relación, de la que sólo he eliminado aquellos que alguien ha terminado comentando en algunos de los blog.  Espero que os sirva de ayuda para próximas propuestas o como lectura particular.
¡Felices fiestas!

- Sin noticias de Gurb, Eduardo Mendoza
- El asombroso viaje de Pomponio Flato, Eduardo Mendoza
- A la sombra del granado, Tariq Alí
- La trilogía de Nueva York, Paul Auster
- La maravillosa vida breve de Óscar Wao, Junot Díaz
- Asedio preventivo, Heinrich Böll
- Billar a las nueve y media, Heinrich Böll
- El tren llegó puntual, Heinrich Böll
- El niño con el pijama de rayas, John Boyne
- Volver a empezar, Ken Grimwood
- El origen perdido, Matilde Asensi
- La voz dormida, Dulce Chacón
 
- Ojos de agua, Domingo de Villar
- Amanece en Paris, Paloma Sanz
- Cántico por Leibowitz, Walter M. Miller
- Alta fidelidad, Nick Hornby
- El club de los estrellados, Joaquín Berges. 
- La noche de los tiempos, Antonio Muñoz Molina. 
- El violinista de Mauthausen, Andrés Pérez Domínguez
- Caín, Saramago
- La tercera pirámide, Angel Torres Quesada
- Siete casas en Francia, Bernardo Atxaga 
- El laberinto de la rosa de Titania Hardie 
- Todos los Nombres, Saramago
- Johnny cogió su fusil, Dalton Trumbo
- El Club de la Buena Estrella, Amy Tan
- El Jardín de las Delicias, Francisco Ayala 
- Cien años de soledad,Gabriel García Márquez
- La reina sin nombre, , María Gudín
- Los libros luciérnagas, de Leticia Sánchez Ruiz.
- Las nueve revelaciones, Javes Redfield
- La zona muerta, Stephen King
- El peso de la prueba, Scott Turow
- El Conde Belisario, Robert Graves
- La caja negra, Amos Oz
- 2666, Roberto Bolaño
- Rapsodia Gourmet, Muriel Barbery

LA CIUDAD DE LOS PRODIGIOS - Eduardo Mendoza


Onofre Bouvilla representante del ideario colectivo de las clases sociales más bajas: un joven de origen humilde que gracias a sus propios esfuerzos se convierte en uno de los hombres más ricos e influyentes no sólo de Cataluña sino de toda España. Un personaje sórdido y cruel, sin escrúpulos, que atesora poder y bienes gracias a sus maniobras inteligentes pero también salvajes.
La historia de Onofre Bouvilla estará fuertemente influida por la aparición en ella de tres mujeres. Una pitonisa le dirá que una le haría rico, otra le encumbraría y otra le haría feliz. Son estas tres mujeres las que directa o indirectamente aportarán a Onofre los instrumentos necesarios para ascender social y económicamente, las que influirán en su formación como personaje, las que crearán en torno a él un mundo completo y complejo.

sábado, 25 de diciembre de 2010

EL ORIGEN DEL CLUB DE LA MANZANA

ESCRITO POR NUESTRA COMPAÑERA SALES

Andaba yo por aquellos entonces, en la primavera de 2009, buscando una ocupación productiva, ya que no remunerada ante la imposibilidad de encontrar empleo, cuando recavé inevitablemente en la oficina del INEM en busca de algún curso subvencionado.
Me decanté por el que tenía el nombre más sugerente. Podría haber elegido cualquier otro, pero no lo hice. .
Ahí les conocí. Un reducido grupo de personas completamente ajenas las unas a las otras: unos muy jóvenes, otros no tanto; unos recién salidos de la universidad, otros recién incorporados a la lista de parados; unos opositando, otros más perdidos que Crusoe…en fin un grupo demasiado heterogéneo sin, en apariencia, nada en común. Hay que decir que el primer mes se caracterizó por el aburrimiento. Era bastante deprimente ver como pasaban los días dedicados exclusivamente a copiar interminables dictados y a leer los aburridos artículos sacados de Internet proyectados sobre una rugosa pared de gotéele (puedo asegurar que más de uno se dejó un par de dioptrías en esa maldita pared). El aburrimiento dio paso a la decepción y ésta a la indignación, que desemboco en una inevitable reclamación por parte del alumnado, situación que fue tomada por la parte contraria, es decir, el profesorado, como un amotinamiento en toda regla, poco menos que lo acontecido en el Bounty . Como consecuencia “las tres cabecillas” del levantamiento fueron reclamadas por la dirección para dar cuenta de lo ocurrido. Mientras, en el patio, los demás esperábamos expectantes su retorno. A su regreso, aquel día, en aquel patio, asistimos a nuestra primera reunión del club, a pesar de que todavía no lo sabíamos. Se dice, con mucho acierto, que después de la tempestad viene la calma. Solucionado el problema con la renovación de la plantilla docente, el resto del tiempo se
nos fue entre fichas, muchas, muchas fichas, tejuelos, CDU y necesarias conversaciones a la hora del descanso, que unos aprovechaban para castigar pulmones mientras que otros optaban por la mucho más sana costumbre de comerse una jugosa pieza de fruta: manzana, siempre manzana. En esto ratos de asueto, mientras se masticaba la manzana, charlábamos sin tregua de miles de cosas, cosas serias, cosas menos serias y cosas nada serias, pero siempre, por sistema, irremediablemente, terminábamos hablando de libros. Y descubrimos que teníamos más afinidades de las que en un principio creíamos. Por eso una semana antes del final del curso, y sabiendo de sobra que la típica frase bienintencionada de… ya nos llamaremos algún día para tomar un café…se queda en eso, en intención, a alguien (que hoy es nuestra Web master) se le ocurrió la nunca bien ponderada idea de reunirnos periódicamente para comentar una lectura previamente acordada. Ni que decir tiene que la idea fue recibida con tremenda algarabía. ¡Dicho y hecho! Antes del último día ya teníamos libro, fecha y lugar de reunión: la terraza de una cafería cercana.
Era Julio de 2009 y había nacido el Club de la Manzana, ¡no podía llevar otro nombre! Hoy me doy cuenta con gran placer y no menos asombro que lo que comenzó siendo una pequeña reunión de amigos ha ido creciendo paulatinamente hasta convertirse en un punto de encuentro de personas que se atreven a pensar sin miedo y manifiestan sus puntos de vista y opiniones con respeto y tolerancia. Para un aficionado a la lectura ni hay mayor gozo que debatir con personas que hayan leído el mismo libro y descubrir lo que uno ha visto que a otro se le escapó, ver que lo que para unos parece obvio para otros no lo es tanto, compartir ideas de forma que todos salgamos ganando.
Hay un dicho que dice que la mejor manera de terminar algo es empezándolo. Nosotros ya hemos empezado, espero que no tenga fin.

viernes, 24 de diciembre de 2010

REFLEXIONES DE UN MONAGUILLO de Raúl Cimadevilla

ESCRITO POR NUESTRO COMPAÑERO RAÚL CIMADEVILLA


A veces me pregunto cuándo empezó este dios de ahora y qué habrá sido del otro. Porque vamos a ver; a éste le podré reconocer algunas virtudes: es bastante amplio, pacífico, sosegado, comprensivo y hasta se lo ve capaz de asimilar los veloces cambios de los tiempos que corren. Como un abuelo que trata de ser moderno, de no desentonar demasiado, por decir así. El otro –el viejo- era un dios terrible, iracundo, vengativo y malhumorado. Un dios más... más bíblico, más Cinemascope. Un verdadero Charlton Heston en todo su esplendor divino.
¿O será el mismo dios, que maduró? Tiempo tuvo, la verdad...

Si es por mí, gracias... para no creer, para sentirme ateo por una causa que valga la pena,  prefiero aquel, tan creativo, impredecible, marchoso, e inspirado. Tan amigo de los grandes montajes. Este otro (ya sea que efectivamente es otro, o el mismo que ha cambiado) es, qué sé yo... tan blandito y se lo ve tan confundido, pobre! Lleva ese look desamparado, como un jefe de sección al que las cosas se le han ido de las manos; de veras da penita... Me parece que en ocasiones se queda así, como perplejo, sin saber a  qué atinar frente a tanto estropicio. Como si no supiera qué tiene que hacer o cómo reaccionar. Como... como cansado. Como alguien desilusionado, sentado con la cabeza entre las manos  ante una obra que fracasó. Que salió mal. Que ya no tiene arreglo.

Y yo lo entiendo, eh? No debe ser fácil. Pero convengamos que hay como una falta de carácter. Eso, que al otro le sobraba.

Porque mira si aquel  -digo, el viejo-, el de Sodoma y Gomorra, tan violento y pocas pulgas como era, o el que le tocó a Noé, de resoluciones crudas y sin vueltas, iba a aguantar tanto desmadre, tanto follón y tanto dislate callado la boca... ¡venga hombre! Ni de coña.

El viejo, para verlo en acción mientras te comías tus palomitas de maíz, no estaba nada mal. Tenía un innato sentido del espectáculo. Después de todo, los trillones de animalitos ahogados en el diluvio fue, convengamos, un enorme esfuerzo de producción. ¿Que fue un abuso de poder? Vale. ¿Que se fue un poco al carajo con la idea? De acuerdo. Quizás no hacía falta tanta matanza ni tanta agua. Pero impresionante fue, no se puede negar.

Bien es cierto que al bíblico, al primero, quiero decir, las cosas se le daban mejor servidas. En primer lugar, porque la crítica era escasa o nula. Los humanos no eran muchos y en general estaban o se los veía bastante asustados. Lo deduzco, a juzgar por los grabados y las estampas. Se ve que las cosas no pintaban muy bien para los que se alejaban un poco del poder divino.

Además  -otra ventaja innegable-: no tenía competencia. Hoy sobran dioses, ídolos, símbolos, grandes maestros, iluminados y guías espirituales de todas las tallas y colores.

Hay otra cosa: no sé si por razones de menor presupuesto o de una distribución de recursos menos favorable a las actividades sagradas y celestiales, pero lo cierto es que los ángeles casi han desaparecido. NOTA: he intercalado un modesto casi en homenaje a cierta dependienta del Corte Inglés de la que me estoy acordando en este momento, pero de cuyos gloriosos atributos no me voy a ocupar ahora. Me distraería demasiado... En todo caso, no es de este mundo ni afín a estas reflexiones.

Pero digo: antes había enormes ejércitos de ángeles. Tal vez entonces hubiera una especie de mili angelical obligatoria y hoy, tal como está el patio, no.
Lo cierto es que cientos de rubicundos y vigorosos alados con hermosos rostros de yo-no-fuí iban y venían entre el cielo y la tierra; entre Él y los hombres. Y no quiero ser injusto, cayendo en la simplicidad de creer que a falta de internet, la mano de obra angelical era la única forma de mover el nutrido flujo de mandamientos, anuncios, maldiciones, bendiciones, amenazas, milagros, dones y sueños premonitorios que manaban del sagrado despacho (por llamarlo de alguna manera). Creo adivinar, escondida entre los pliegues de tanta túnica y de tanto velo, entre tanta nube y tanto trueno, una sólida vocación por la cosa bien hecha; por el trabajo hecho a mano, por la cosa a pulmón. Tiene su mérito, no?

¿Quién, qué hijo de dios de aquellas pretéritas épocas, aún con derecho a quejarse por muchas cosas, porque desgracias siempre hubo y más en ese entonces, se quedó sin ver aunque sea una sola vez en su vida, un triste ángel? No digamos un arcángel, que pasaríamos a palabras mayores, ni a parientes directos del gran jefe. Digo eso: un triste ángel. Cualquiera los veía; es así. Y ¡joder!, era todo un detalle, no? Con sus blancas alas emplumadas y su púdico taparrabos sutilmente sostenido por el oportuno golpe de viento tan a propósito para la foto... Es más: no fueron pocos los elegidos que disfrutaron de frecuentes visitas angelicales, incluso de charlas y revelaciones. Más aún; a veces, hasta imprudentes visitas, dada la hora. Porque, sinceramente... que te caiga en mitad de la noche un mensajero de quien ya sabes, atontado como estaba el pobre pastor, o el labriego, o el centurión, sumido en el sopor hepático  tras la ingesta de varios trozos de carne de cordero aliñados con mirra y sabe dios qué otras porquerías propias de la nouvelle cuissine medioriental, y unos largos cálices de vino nuevo guardado en odres viejos....  desde luego..!

Y ¡cuidado!, que encima le dejaban “tarea para el hogar”. Porque al dicho mensajero de dios había  que interpretarlo. No te creas que venia con textos fáciles! Eran memorándumes dictados por el de arriba...Y ya sabemos que siempre tuvo un estilo bastante barroco y un poquitín hermético. Ganas de complicar las cosas, bah.

Ah! Y... un momento! Que además, faltaba que los demás le creyeran al pobre tipo sus visiones y mensajes. Era más sencillo creer que a Josué el tinto le caía demasiado mal, que aceptarlo como portavoz de dios, iluminado por la nocturna visita de un ángel. Párate a pensar qué pasaría si mañana viene José Pepe Hernández, el de Facturación y Archivo, y te dice que recibió la visita de un enviado de dios, y que tenemos que salir todos pitando para Egipto.

Hoy todo eso es historia. Ni eso: leyenda. Dichos. Tradición borrosa y poco creíble. Algunos rollos rescatados en pésimo estado a orillas del Mar Muerto y poco más. Y un dios aburrido, desconcertado, incrédulo y triste.

A mi se me parte el alma. Quisiera verlo sonreír, animarse, creer de nuevo en él. Eso estaría bien. Y rearmar sus huestes de fuego y recomponer su divino entusiasmo; y embarcarse en empresas como aquellas, tan coloridas, y tan llenas de pasión y de coraje celestial.

Sería temible aquel dios, me imagino; pero me gustaba su ira, su mala leche colosal y eterna. Era un mal humor creador, sagrado. Un portentoso Dalí revoleando pinceles; un temible y furioso Miguel Ángel enloquecido en la borrachera de parir un universo infinito. Hay que tener mucho coraje para no creer en él. En cambio a éste, del que sospecho que a veces ni está en su silla y nadie sabe por dónde se mete, con olvidarlo me basta. Lo siento.

jueves, 23 de diciembre de 2010

CENA DE NAVIDAD DEL CLUB DE LA MANZANA

Por segundo año el Club de la Manzana ha celebrado su comida de navidad en el Restaurante la Galia en los Altos de Simón Verde, y por segundo año la comida no ha decepcionado y tampoco los postres, que siguen teniendo una presentación de lo más apetitosa y son exquisitos.  Por suerte hemos acudido todos a la cena y pudímos contar con la presencia de Raúl un nuevo compañero del club que ha asistido por primera vez y con Juani a la que desde hacía tiempo no veíamos por temas laborales.
Como siempre disfrutamos contándonos novedades y planeando las nuevas actividades del club. No faltaron los chistes y no nos privamos de meternos un poquito unos con otros.  En fín lo que se viene a llamar una reunión de amigos.  Además nos acompañó también nuestra "mascota" particular Samuel, que una vez más se unió como oyente libre a nuestras charlas. Deseando que ésta haya sido sólo la segunda de muchas más en los próximos años os deseo a todos una FELIZ NAVIDAD.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

MI LIBRO PREFERIDO DE ESTE AÑO

Aquí empiezan las votaciones del Club de la Manzana para decidir cúal de los libros propuestos y leidos éste año por el club es el que más nos ha gustado.
Tenemos hasta el próximo 31 de diciembre y lo publicaré el 1 de enero de 2011. Es muy fácil participar.  Basta con mandar tus tres libros preferidos numerándolos del 1 al 3.  El número uno para aquel que más te haya gustado, el dos para el segundo que más te haya gustado y el tres para el que en último lugar te ha gustado más.
Hay que mandarlo a través de comentarios.  Después el que más unos haya conseguido se considerará el ganador de éste año, y será el libro que regalemos a todos los participantes en el primer concurso de microrelatos que convoquemos para el 2011.

Os recuerdo los títulos de este año:

"Paraíso inhabitado" de Ana María Matute
"La importancia de llamarse Ernesto" de Oscar Wilde
"Criadas y señoras" de Kathryn Stockett
"La sombra del ciprés es alargada" de Miguel Delibes
"Maldito karma" de David Safier
"El tiempo entre costuras" de Maria Dueñas
"La última noche de Twisted River" de John Irving
"Cuatro corazones con freno y marcha atras" de Enrique Jardiel Poncela
"La casa de los amores imposibles" de Cristina López
"Soy un gato" de Natsume Soseki
"Los renglones torcidos de dios" de Torcuato Luca de Tena
"Veinticuatro horas en la vida de una mujer" de Stefan Zweig
"Sabor a canela" de José Carlos Carmona
"La ciudad de los prodigios" de Eduardo Mendoza

sábado, 18 de diciembre de 2010

"EL HOMBRE MÁS BUSCADO" de John Le Carré

PROPUESTAS DE LECTORES(Lula)

Hacía tiempo que no leía a Le Carré, aunque es desde hace años de mis favoritos, porque sus historias siempre me producen pena, rabia, impotencia. Este libro provoca esas emociones y algunas más.
La acción transcurre en Hamburgo en la actualidad (se publicó en 2009). A esta ciudad llega, a través de mil peripecias, Issa un muchacho checheno fugado de las cárceles más brutales, víctima de persecuciones y torturas, convertido al Islam por contrariar a su padre, un alto oficial del ejército ruso asesino de chechenos y violador de sus mujeres, mafioso propietario de una millonaria cuenta secreta y que ha muerto hace poco. En Hamburgo lo acoge Annabel una abogada que trabaja en una ONG asesorando a los inmigrantes ilegales. Ella lo pone en contacto con el director del banco donde reposan los millones de su padre. Issa no quiere ese dinero manchado de sangre, tiene sueños, incoherentes pues está muy tocado, quiere ser médico, quiere ayudar a los chechenos y a los musulmanes del mundo. Pero aquí interviene la paranoia de Occidente. Issa es sospechoso de todo, es musulmán, ha sido encarcelado en varios países…por algo será. Los servicios secretos de Alemania, Inglaterra y Estados Unidos pujan por tan peligrosa pieza de caza mayor. Han olido sangre y saltan al cuello de cualquiera que se ponga a tiro ya sea una pacífica familia turca o un desgraciado con el espíritu destrozado por la tortura. De esta jauría se salva Buchmann, un espía que quiere hacer bien su trabajo, necesita informantes porque con información se evitan los atentados. Buchmann es el espía compasivo y sensato de las novelas de Le Carré y como ellos (Smiley, Leamas…) chocará con la desidia, idiotez, debilidad y cortedad de miras de los mandos.
Esta historia nos cuenta como le va por la vida a los “sospechosos habituales” de este siglo desde el once de septiembre famoso. De que manera están (estamos todos) vigilados y como se pone en marcha una maquinaria trituradora de cualquier derecho. En estos días de wikileaks cuando estamos confirmando nuestros peores temores, este libro de un escritor cada vez más lúcido, pone un clavo más en el ataud de las esperanzas de los años tontos cuando aún creíamos en la convivencia en paz y libertad.