1º CICLO DE ÉPOCA DEL CLUB DE LA MANZANA

LA GRAN DEPRESIÓN AMERICANA

LECTURAS

17 de enero: De ratones y hombres de John Steinbeck
El Villorio de William Faulkner
¿Acaso no matan a los caballos? de Horace Mc Coy


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martes, 9 de noviembre de 2010

VERCOQUIN Y EL PLANCTON - Boris Vian

PROPUESTAS DE LECTORES (Sales)

Una alocada historia en tres actos a ritmo de swing.
En la primera parte conocemos a el Mayor y a su amigo y mano derecha Antoiche que, para celebrar el veintiún cumpleaños del primero, preparan una surprise-party en su mansión a las afueras de París(“se trata siempre de unas surprise-partys decentes en las que se fornica por parejas aisladas, y sólo en habitaciones separadas del salón de baile por al menos una cortina”)  Aprovecha el autor esta fiesta para deleitarnos con una trepidante parodia de los “modernillos” de la época, jóvenes contemporáneos del escritor de entre veinte y veinticinco años de edad  de los años cuarenta, que entre cantidades ingentes de alcohol y alocadas cabriolas de baile, se limitan a dejarse llevar por la vida, rodeados de todos los placeres que pueden pagar, desmotivados y carentes de moral y aspiraciones.
En este evento (…o acontecimiento, para los más puntillosos…) el Mayor se enamora perdidamente de Zizanie (discordia). Pero la joven viene acompañada por Vercoquin, por lo que, ayudado por las desternillantes reglas de las surprise-partys para conseguir a la chica más guapa, que nos son explicadas casi de una manera científica, el Mayor urde un plan para deshacerse del rival y hacer que la, en apariencia, recatada muchacha caiga rendida en sus brazos. Esta divertidísima primera parte ya es por sí sola  todo un relato corto completo, redondo.
Tras la frenética agitación de la fiesta el autor cambia de registro, sin perder el ritmo, para adentrarnos en los laberínticos pasillos del edificio del Consorcio Nacional de la Unificación, un organismo público dedicado a la laboriosa tarea de acumular informes que pretenden regular todas las modalidades de la actividad humana, donde el Mayor tiene que acudir para pedir la mano de Zizanie al señor Miqueut, un soplagaitas de la mejor especie, subingeniero de la compañía y tío de la chica. Esta asociación es un espacio inmenso lleno de gente aparentemente ocupada, que emplea su capacidad intelectual en buscar sofisticados métodos para escaquearse del trabajo, enredada en eternas y diarias reuniones donde se tratan temas de lo más variopinto pero completamente inútiles.
La mordaz crítica satírica de un sistema burocrático del todo incompetente se hace más patente a través de los largos párrafos creados a partir de un vocabulario pomposo que provocan que el personaje de Miqueut caiga en su propia trampa, para acabar, después de muchas vueltas y absurdas metáforas, sin decir nada.
Y termina la novela como empieza, con el bullicioso frenesí de otra surprise-party, esta vez en casa de Zizanie  para celebrar el compromiso de la pareja. Las personas mayores que intenta boicotear la fiesta terminan literalmente en la papelera, y los supervivientes de la hecatombe optan por mudándose a otro apartamento para iniciar definitivamente el jolgorio que se merecen. El final…imprevisible.
Una delirante comedia de lo absurdo, surrealismo literario en estado puro, disparatada hasta la genialidad, chispeante y repleta de diálogos rocambolescos capaces de hacer saltar por los aires cualquier intento de seria conversación. Una gozada.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Una vez que conseguí introducirme en esta historia rocambolesca no paré de reirme ante lo absurdo de las situaciones.
Las fiestas de estos jovencitos ricos y sin preocupaciones, las críticas mordaces a la "burrocracia" que conocemos en el segundo capítulo. Las referencias imaginarias y las que se refieren a hechos reales pero presentados dentro del absurdo, toda la historia te mantiene entretenido de principio a fin.
Un final por otro lado igual de increible e impredecible que el resto de la novela y que se hace también imprescindible para esta historia que dentro del fino sarcasmo que utiliza para retratar a los habitantes de ésta tardía "belle epoque", nos divierte con situaciones fuera de la realidad pero que en su interior esconden grandes verdades.
Una novela para pasar un buen rato sin que le falte profundidad.

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