1º CICLO DE ÉPOCA DEL CLUB DE LA MANZANA

LA GRAN DEPRESIÓN AMERICANA

LECTURAS

17 de enero: De ratones y hombres de John Steinbeck
El Villorio de William Faulkner
¿Acaso no matan a los caballos? de Horace Mc Coy


Club Social de Aljarasol en Mairena del Aljarafe, Avda. de la Constitución a las 19:00.

jueves, 26 de enero de 2012

UN MUNDO FELIZ de Aldous Huxley

En este libro visionario escrito en 1932, Aldous Huxley imagina una sociedad que utilizaría la genética y el clonaje para el condicionamiento y el control de los individuos. En esta sociedad futurista, todos los niños son concebidos en probetas. Ellos son genéticamente condicionados para pertenecer a una de las 5 categorías de población. De la más inteligente a la más estupida: les Alpha (la elite), los Betas (los ejecutantes), los Gammas (los empleados subalternos), los Deltas y los Epsilones (destinados a trabajos arduos). "El mundo feliz" describe también lo que seria una dictadura perfecta que tendría la apariencia de una democracia, una cárcel sin muros en el cual los prisioneros no sonarían en evadirse. Un sistema de esclavitud donde, gracias al sistema de consumo y el entretenimiento, los esclavos "tendrían el amor de su servitud".

6 comentarios:

Arturo dijo...

Me parece impresionante poder construir un libro imaginando un mundo futuro, a base de indicios de época. En el contexto histórico de los primeros avances científicos y tecnológicos, Aldous Huxley nos proporciona una visión de una sociedad que se fundamenta exclusivamente en principios de cientificismo y tecnologicismo, una sociedad "perfecta", donde el individualismo es disuelto en bien de la colectividad. Perdida la libertad, sólo nos dejan la anestesia de la felicidad permanente.
Puntuación: 8

Unknown dijo...

Un libro muy bien contado que da una sensación permanente de frialdad y de falta de humanidad. Una visión futurista de la humanidad, quizás demasiado realista por lo que me ha resultado muy dura. Aunque se habla de la manipulación de las mentes desde pequeños como una solución de futuro para impedir guerras y otros desastres connaturales al ser humano, no deja de ser un hecho presente el que esas manipulaciones se realizan diariamente sobre nosotros y nosotros las realizamos sobre nuestra prole desde pequeñitos.
Muy buena novela pero deprimente el mensaje.

mª carmen dijo...

"El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo."Con esta frase dicha por el autor nacido hace 118 años creo que se puede definir el libro, entusiasmo para una ciencia afición plasmada en la época y lo magníficamente escrito que esta el libro.

yeyi dijo...

Novela que enlaza en primer lugar por la capacidad visionaria de su autor con la bibliografía de Julio Verne, pero por otra parte y sobre todo con la visión futurista, fría y negativa de la obra de Orwell 1984.
Nos refleja un mundo a priori feliz, pero donde todos son manejados y manipulados. La clonación es una práctica tan habitual como la ingesta de drogas o la práctica del sexo constante en es búsqueda por conseguir la felicidad. Solo el salvaje sabe ver que es un mundo irreal, pero termina cayendo en una espiral de locura y violencia.

Y todo ello con las mujeres que juegan el papel de objetos "neumáticas" y saciadoras de placer.

Puntuación : 7

margarita dijo...

Destacar la capacidad visionaria del autor para recrear un mundo ideal a través de la ingeniería genética teniendo en cuenta en la época en que fue escrita. Trata de la modificación genética y de la creación de embriones condicionados por distintas técnicas para desempeñar una función concreta en la vida y así con la ayuda del soma, crear un mundo feliz; los seres, con defectillos, son enviados al mundo paralelo, el de los salvajes y de la imposibilidad de mezclar ambos.
Puntuación :7

Maria Luz dijo...

Huxley describe una sociedad que ha eliminado los sentimientos humanos por el sencillo sistema de no engendrar ni concebir hijos de la manera “natural”. La reproducción humana se hace in vitro en un proceso industrial con cuya descripción comienza este libro y de esta manera se introduce al lector en esta sociedad.
Eliminando la concepción se elimina el dolor y la pérdida, no más padre, madre, hijos, no hay celos ni posesión.
A esto le añadimos el acondicionamiento, desde la etapa embrionaria en la que se decantan los futuros miembros de las castas en que se divide esta sociedad, continuando, una vez nacidos, por medio de la hipnopedia con consignas repetidas durante las horas de sueño. El consumo es religión, Ford su dios y el soma la droga que conduce a un estado de felicidad sin consecuencias desagradables. Las mujeres están sexualmente liberadas aunque intelectualmente parecen tontas y socialmente de segunda categoría, solo piensan en modelitos y en ser neumáticas (el sueño de cualquier varón de la época, este libro se escribió en 1932). Es un mundo utópico totalmente capitalista, las castas inferiores trabajan en fábricas o en los servicios, las castas intermedias gestionan y las superiores dirigen, y todos consumen sin freno y son felices pues están acondicionados para ello.
No hay hambre, ni miseria, ni enfermedades, no hay guerras, ni robos, ni asesinatos.
Tampoco hay amor romántico y apasionado, amistad, espiritualidad ni trascendencia.
No hay creadores libres, no hay poesía ni literatura, no hay música, pintura o cine que no esté censurado y aprobado por los superiores. En definitiva no hay libertad ni libre albedrío, la individualidad en las castas inferiores no existe y en las superiores se reprime y penaliza.
¿Utopía o antiutopía? Descontando las grandes guerras y desde que puedo recordar, y son años, no ha habido un sólo día sin que en algún sitio de este mundo en que vivimos, no se estuviera librando una guerra de algún tipo: Local, general, civil, de religión, tribal…, o como, eufemísticamente se llaman ahora “conflicto armado de baja intensidad”. Desde que recuerdo siempre hay grandes (y pequeñas) hambrunas, siempre hay un niño comido de moscas mirándonos desde la pantalla del televisor. Enfermedades, todas y por epidemias en los lugares acostumbrados. La contaminación terminará por destruir el medio ambiente. Y etc., etc., a fin de cuentas, las consecuencias de la avaricia, la ambición, la soberbia, la ira, la venganza…
¿Por qué tenemos que rechazar este mundo que nos describe Huxley? ¿Es mejor el que tenemos? ¿Podemos seguir tal como vamos? El Salvaje que no entiende nada y tiene una empanada mental de narices, al final del libro reclama el derecho a ser desgraciado como sinónimo de ser humano, chico que tampoco es eso, el ser humano tal como es puede ser feliz ¿por qué no? Existe la bondad, la solidaridad y la caridad (palabra devaluada pero de gran significado) y mal que bien vamos tirando, tenemos nuestros momentos y existe la música, la literatura, las bellas artes que los hacen más agradables. El mundo del Salvaje con su culpa y castigo no lo quiero, el “Mundo Feliz” con su inhumanidad tampoco.
El libro está muy bien escrito con un lenguaje desenfadado, burlesco en ocasiones, que arranca alguna sonrisa, buenos personajes, buenos diálogos y descripciones.
Valoración: 8 puntos

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