1º CICLO DE ÉPOCA DEL CLUB DE LA MANZANA

LA GRAN DEPRESIÓN AMERICANA

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17 de enero: De ratones y hombres de John Steinbeck
El Villorio de William Faulkner
¿Acaso no matan a los caballos? de Horace Mc Coy


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lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Y AHORA QUE HACEMOS? de DORIS DÖRRIEL

¿Cómo continuar la historia de una familia cuando la hija de diecisiete años se ha enamorado de un lama tibetano y lo quiere acompañar a la India? ¿Cuando la madre busca consuelo a sus frustraciones en el budismo y cuando el padre lo hace visitando a una joven amante? Todas estas preguntas rodean la mente del protagonista Fred Kaufmann, un hombre que cruzado el umbral de los cuarenta y cinco años se ha convertido en lo que nunca quiso ser.

8 comentarios:

Elvira dijo...

En esta novela se habla de la muerte, de aquello que queremos y como afecta a nuestra vida.
Es triste el paisaje afectivo, que la autora refleja, entre padres e hijos y desolador el panorama laboral, salpicado todo ello con existencias neuróticas y rutinarias. Lo peor es que cuando perdemos a alguien o algo, nos encontramos asombrados, atemorizados y llenos de incertidumbres, como si fuera algo ajeno. La vida nos exige atención si queremos disfrutar de lo poco o mucho que tenemos, para no lamentarnos después.
Esta autora muestra las pequeñas cosas que nos reconcilian con la vida y la muerte, y que sin ellas carecerían de sentido.

margarita dijo...

Una historia de una familia cualquiera con sus dramas y unos cuernos que se suavizan con la meditación
El protagonista Fred Kaufmann, director de cine frustrado, casado con Claudia una mujer encantadora que lo engaña y una hija adolescente Franka que queda embarazada a la que obligan a abortar.
Theo, amante de Claudia y casado con Antji y el chichiribaila que recogen por el camino, todos salvados.
La historia se centra en cómo la meditación puede hacerte feliz . Nos lo cuenta con matices cómicos, como la descripción del primer día de meditación de Fred y sus zapatos de cordones.
En momentos críticos de la vida, una simple sonrisa o instante de madurez, puede cambiar tu percepción de las cosas.
Un final raro para un protagonista desolado que acaba siendo el hombre del año y recobrando el interés de su mujer, su héroe.
Puntuación: 5,5

Maria Luz dijo...

Fred quería ser director de cine, pero descubre que no es un genio, así que ni lo intenta por lo cual está frustrado. Resulta que es bueno para los negocios, pero eso no tiene valor ni para él ni para su familia, otra frustración. Su hija querida, la niñita de sus ojos ha crecido y es una adolescente antipática. Su mujer le hace preguntas para las que no espera ni le importan las respuestas. De sexo mejor no hablar, un desencuentro tras otro. Lo que se dice la crisis de los cuarenta y tantos, un clásico. Escrito en primera persona Fred se confiesa sin tapujos y vamos descubriendo que, de suyo y de siempre, le ha podido el pánico, el no estar a la altura y una cobardía para ciertas situaciones muy común en algunos hombres. Aunque la incomunicación entre su mujer y él no es solo culpa suya, la señora es para echarle de comer aparte.
Todo esto que parece tan serio, en la novela se trata de manera ligera, con ratos cómicos y con escenas y descripciones muy visuales, cinematográficas si tenemos en cuenta la otra profesión de la escritora.
Me ha gustado la novela, Dörrie sigue la tónica de los relatos cortos que le he leído, con ese puntito surrealista de situaciones increíbles, como la del tipo al que su mujer abandona dejándolo tirado con el bol de ensalada de frutas para los niños, la lucha nocturna contra un mosquito o las dolorosas posturas de meditación.

Unknown dijo...

Las personas a veces se juntan por razones equivocadas y esta novela que va de evoluciones es un buen ejemplo de ello.
Tenemos a tres personas que aunque pertenecen a la misma familia van un poco por libre: el protagonista, una persona débil y bastante inútil que necesita una "mamá" que lo cuide, su mujer que se refugia en un mundo más espiritual cuando el suyo, muy mal planteado hace aguas por todos lados y la hija que es la única que parece tener una evolución normal de la adolescencia a una pre madurez.
Es una historia normal, de personas normales, con vidas vulgares, un retrato de personas visto desde la perspectiva seguramente de las experiencias personales de la autora, una mujer de su época y de una forma de ser la de su país.
El final me ha parecido bastante flojo y ridículo, pero la historia vale la pena sobre todo por lo crítica y lo realista que es.

Arturo dijo...

Es un libro lleno de deseperanza vital, relatado en tiempo presente por su protagonista, lo que nos va desvelando progresivamente sus pasos vitales. El protagonista, cínico y poco consciente de los valores humanos, relata sus fracasos y sus motivaciones, insulsas y triviales.
Al final de la novela hay una subida del nivel de la trama, desvelando secretos de la intimidad de los personajes, que suaviza la desesperanza de la novela, al menos por dseviarse a otro tema.
A veces da la sensación de detrás de la historia está la intención de dar a conocer o, al menos, apostar por la filosofía budista como medio para superar los problemas personales.
Otro aspecto a destacar es la visión de un "hombre" que se refleja en la obra, tipo obsesionado con el sexo fantasioso como vía de escape. El final de la obra es descafeinado, desacorde con la supuesta seriedad encubierta de la novela, esto es, mostrar la filosofía budista y los problemas personales.
Es un libro que a veces saca una sonrisa por lo cómico de algunas situaciones.

Sales dijo...

Fred es un personaje que siempre vacila y no sabe qué hacer, tiene siempre la mente puesta en el ayer y se debate continuamente entre lo que no hizo y lo que teme hacer. Intenta por todos los medios corregir su pasado y esa preocupación le impide centrarse en el presente y disfrutar de él.
Una historia sin muchas pretensiones que lanza una mirada a las grandes flaquezas y los pequeños anhelos del hombre. El lector se reconoce de inmediato en esta historia cotidiana que trata temas tan habituales como el amor, la infidelidad, el problema generacional entre padres e hijos, la desazón que suponen los cambios y, por supuesto la muerte.
¿Cuál es la solución para todas estas cuestiones? La autora lo tiene muy claro: el budismo nos muestra la respuesta más sencilla, reducirse uno mismo a lo mínimo y sencillamente hacer…nada.
Quizás para la ficción sea un buen remedio, pero para la pura y dura realidad…no sé…no lo acabo de ver muy claro.
De todas formas la historia es sencilla y entretenida, escrita en tono jovial y con fina ironía.

Unknown dijo...

DE NUEVO CUELGO POR REYES PORQUE NO PUEDE DESDE SU ORDENADOR:

Otro libro más donde los personajes buscan pero no encuentran su camino en la vida. Viven vidas anodinas y buscan vías para intentar encauzarlas, en el caso de la esposa a través de la filosofía budista a la que también el protagonista llegará después de un viaje acompañando a su hija adolescente y de una serie de acontecimientos extraños como son el encuentro con un hombre abandonado por su mujer, la muerte del previsible amante de la suya o un accidente de coche que consigue evitar salvando la vida de un hombre.
Una historia previsible, donde los temas han sido vistos muchas veces pero la autora introduce a los personajes en el mundo budista que a mi parecer queda un poco desfasado en la actualidad, y con unos protagonistas faltos de vida y de inquietudes.

Trinidad dijo...

En mi opinión la autora se ha empeñado en mostrar una imagen patética de Fred (marido) en esta historia de crisis matrimonial. Y yo, personalmente, a la que encuentro engañosa en esta relación es a Claudia (esposa).
Cuando Claudia conoce a Fred ya lo encuentra débil y frustrado en sus aspiraciones, y con la ventaja de que no es ella la que lo tiene que descubrir sino que él le muestra sin ningún reparo su nivel de autoestima. A ella parece que no le importa, pero con la evolución de cada uno de ellos y, lo que es más importante, de la pareja resulta que sí le importa. Y claro después de haberle venido muy bien la acertada visión empresarial del marido se cansa de él en todas las facetas, tanto las que conocía desde el primer día como las que ha ido desarrollando siendo su pareja.
El problema viene que llegado a este punto para aclarar esto se tendrían que enfrentar dos personas coherentes, sin embargo se enfrentan una falsa (ella) y otra amilanada (él).
Todo lo demás que completa esta historia - budismo, embarazo no deseado, aborto, infidelidad… - resulta reemplazable, es decir, no es determinante para el desarrollo de esta relación.
En principio me ha parecido una novela entretenida, pero su desarrollo va perdiendo fuerza y los acontecimientos finales que la autora introduce son muy absurdos y disparatados.

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