Frankenstein está compuesto por tres narraciones concéntricas. En la primera, Robert Walton, cuenta a su hermana, en sus cartas, su viaje al Polo Norte. En una de esas cartas se inserta la narración de Victor Frankenstein a Walton, que incluye a su vez la narración de monstruo a Victor Frankenstein. Su estructura, de cajas chinas, responde al género epistolar tan de moda en el siglo XVIII.
4 comentarios:
Esta autora inició un nuevo estilo dentro de los relatos de terror. Hay que admirar su originalidad en un momento en que el estilo gótico estaba muy definido, y ella plantó una nueva semilla que creció con rapidez.
La historia es interesante y la trama no está mal planteada, aunque deja algunos interrogantes sin responder. Pero, aquí acaba la parte positiva de la novela para mí.
La historia es bastante inocente y recuerda de alguna forma a los cuentos infantiles en que los buenos son buenos siempre y los malo, solo consiguen ser malos. Son los dos extremos de la naturaleza humana, sin ninguna clase de fisuras y esto ya resulta demasiado irreal. El final parece realmente el final de una fábula en que todos pueden encontrar su salvación en un último momento de arrepentimiento. Los personajes principales: Frankenstein y su amada Elizabeth son bastante tontos, caen por sistema en la desesperación y en la enfermedad "terminal" y parecen estar llamando permanentemente a la desgracia aunque esta hace todo lo posible por evitarles.
La crítica al creador que abandona al ser que ha creado parecería de alguna forma una referencia a la creación bíblica del mundo, en este caso ¿una crítica?, cualquiera sabe.
Lo que empezó por un relato corto, debería haber quedado así y seguramente la historia parecería mejor, sino la hubieran animado para que lo revisara y ampliara.
Frankenstein reúne muchos de los elementos de la novela gótica, romanticismo a raudales, divergencias entre el bien y el mal, locura y referencias a lo ultraterrenal. En cuanto al terror, bueno… creo que adolece de esa intensidad terrorífica que la historia requiere en lo que se refiere a la creación del monstruo y sus posteriores acciones. Y en cierto punto me ha parecido un poco telenovelesca, con situaciones y personajes tremendamente exagerados, o me dan pena, o los molería a palos o son unos sosos. En concreto la novia del doctor ha llegado a irritarme en exceso. Pase lo que pase no se enfada nunca. Siempre con una palabra bondadosa en la boca, hasta con las personas que se supone son las causantes de sus infinitas desdichas.
Dejando a un lado el dilema moral que plantea la historia, al que creo que se le podría haber sacado bastante más jugo, la lectura ha sido un poco decepcionante.
En su día sería fantástica, no cabe duda; pero no terrorífica. Puede que en la historia el terror auténtico resida en la imaginación de los lectores, pero no creo que la pobre criatura de Frankenstein inspire terror; a lo más, asco y repulsión. Los diálogos extensos y las descripciones detalladas de la naturaleza le dan un tiempo lento a la novela que a veces me ha desesperado. Otras veces, como en la creación del monstruo y cómo se le da la vida, he echado de menos esas descripciones detalladas que sí hubieran animado la narración hacia el terror. En definitiva, los personajes carecen de fuerza para luchar contra esas desgracias casi anunciadas de antemano; son marionetas que languidecen con el paso de las hojas. Sólo el monstruo, sin nombre (por tanto sin identidad), es el que posee la fuerza y lucha con todas sus fuerzas para dar las bocanadas de aire necesarias con el propósito de sobrevivir a toda costa. Paradójicamente, da las bocanadas equivocadas.
Siendo un clásico como es, y a pesar de ello es un poco aburrido y extenso. Con un extracto de temas variados, no parece una novela de terror sino de desgracias, sin amigos y sin respuestas para el monstruo...
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