Tras la reciente muerte de su esposa después de una larga enfermedad, el historiador de arte Max Morden se retira a escribir al pueblo costero en el que de niño veraneó junto a sus padres. Pretende huir así del profundo dolor por la reciente pérdida de la mujer amada, cuyo recuerdo le atormenta incesantemente. El pasado se convierte entonces en el único refugio y consuelo para Max, que rememorará el intenso verano en el que conoció a los Grace (los padres Carlo y Connie, sus hijos gemelos Chloe y Myles, y la asistenta Rose), por quienes se sintió inmediatamente fascinado y con los que entablaría una estrecha relación. Max busca un improbable cobijo del presente, demasiado doloroso, en el recuerdo de un momento muy concreto de su infancia: el verano de su iniciación a la vida y sus placeres, del descubrimiento de la amistad y el amor; pero también, finalmente, del dolor y la muerte. A medida que avanza su evocación se desvelará el trágico suceso que ocurrió ese verano, el año en el que tuvo lugar la «extraña marea»; una larga y meándrica rememoración que deviene catártico exorcismo de los fantasmas del pasado que atenazan su martes, 28 de mayo de 2013
EL MAR de JOHN BANVILLE
Tras la reciente muerte de su esposa después de una larga enfermedad, el historiador de arte Max Morden se retira a escribir al pueblo costero en el que de niño veraneó junto a sus padres. Pretende huir así del profundo dolor por la reciente pérdida de la mujer amada, cuyo recuerdo le atormenta incesantemente. El pasado se convierte entonces en el único refugio y consuelo para Max, que rememorará el intenso verano en el que conoció a los Grace (los padres Carlo y Connie, sus hijos gemelos Chloe y Myles, y la asistenta Rose), por quienes se sintió inmediatamente fascinado y con los que entablaría una estrecha relación. Max busca un improbable cobijo del presente, demasiado doloroso, en el recuerdo de un momento muy concreto de su infancia: el verano de su iniciación a la vida y sus placeres, del descubrimiento de la amistad y el amor; pero también, finalmente, del dolor y la muerte. A medida que avanza su evocación se desvelará el trágico suceso que ocurrió ese verano, el año en el que tuvo lugar la «extraña marea»; una larga y meándrica rememoración que deviene catártico exorcismo de los fantasmas del pasado que atenazan su 
4 comentarios:
He tardado en colgar este comentario porque no sabía como escribir una pequeña crítica que no resultara demasiado crítica. Creo que al final no lo voy a conseguir.
Solo puedo decir dos cosas positivas de este libro:
1º Era corto.
2º E autor tiene una facilidad casi irreal para la descripción más minuciosa del momento más insignificante.
Por desgracia esa facilidad para la descripción se puede ver durante todas las páginas del libro hasta que te das cuenta de que no te cuenta nada. Es un libro en el que me pasé casi todo el tiempo esperando a que pasara algo: lo que fuera.
Por desgracia tuve que terminar reconociéndome ya por cansancio que no era más que una sucesión de pensamientos bien masticados que no llevaban a ningún punto y los dos únicos sucesos de los que me hubiera gustado tener alguna aclaración nunca se llegaron a concretar.
También tengo que reconocer que el hecho de que el personaje principal me resultara absolutamente insufrible ha ayudado mucho a que este libro no me gustara nada.
Una sucesión de frases pensadas para ser citadas, frases y más frases. Para colmo, el ejemplar que saqué de la biblioteca había pasado por las manos de un maníaco del subrayado, detesto leer un libro subrayado…, las frases subrayables eran tantas que, más o menos a la mitad del libro, vencieron al maníaco, o bien se le acabó el ánimo o la punta del lápiz.
Bromas aparte, hay una cosa que me ha gustado, es el empleo de tres tiempos diferentes, el tiempo pasado remoto cuando el protagonista es un preadolescente y conoce a “los dioses”, el pasado reciente cuando su mujer enferma, y el presente en el que ha vuelto a la casa de “los dioses” convertida en pensión. El autor pasa de uno a otro y al tercero con gran habilidad.
Por lo demás, no me ha gustado. Escrito en primera persona, el protagonista no tiene un pensamiento generoso, no hay empatía por nadie. El resto de los personajes están como de paso, de relleno, de excusa para hacer frases y más frases.
Un relato que pasa como si tal cosa, unos momentos enternecedores y otros duros. Pero le falta profundidad y el personaje solo nos muestra dolor y pérdida.
Mi experiencia lectora me ha llevado a establecer una categoría de libros a la que voy añadiendo de vez en cuando algunos títulos de los que voy leyendo. Para mí son los “retóricos” por emplear desmedidas descripciones y tener una trama basada en un hecho simple, aunque pretenda ser complicado.
Obviamente existen dentro de estos libros los que no ofrecen calidad literaria y aquellos que sí, y para mí “El mar” sí es rico literariamente. Lo que ocurre es que el desarrollo de la trama me ha resultado excesivamente lento y la personalidad del protagonista no me ha gustado nada, es un tipo falso y frustrado por sus orígenes. En cambio, sí me ha gustado cómo Banville plantea y resuelve el final de la historia.
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