Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado, Mari, sentada sola a la mesa de un bar-restaurante, se toma un café mientras lee. La interrumpe un joven músico,Takahashi, al que Mari ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño «demasiado perfecto, demasiado puro». Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante;Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre otra interrupción: la encargada de un «hotel por horas» pide que le ayude con una prostituta agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y en la pantalla empieza a distinguirse una imagen turbadora... pese a que el televisor no está enchufado.miércoles, 12 de junio de 2013
AFTER DARK de HARUKI MURAKAMI
Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado, Mari, sentada sola a la mesa de un bar-restaurante, se toma un café mientras lee. La interrumpe un joven músico,Takahashi, al que Mari ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño «demasiado perfecto, demasiado puro». Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante;Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre otra interrupción: la encargada de un «hotel por horas» pide que le ayude con una prostituta agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y en la pantalla empieza a distinguirse una imagen turbadora... pese a que el televisor no está enchufado.
3 comentarios:
Me ha encantado este libro con historias abiertas, que no sabes a donde llevan. Unos personajes que despiertan sentimientos extremos: desde simpatía, ternura, ... hasta el extremo opuesto como es el desagrado o el miedo. Es un librito corto pero intenso. También es bastante cinematográfico, convirtiendo así partes del libro con un tiempo lento en pasajes más dinámico y ligeros. No esperaba que me gustara tanto pero, para mi sorpresa, lo he disfrutado mucho.
Este debe ser el libro más corto que he leído hasta el momento de Murakami y en cierto sentido me ha parecido casi un boceto, aunque después pensando un poco en los comentarios que se hicieron durante la reunión del club, tengo que darle la razón a quien opinó que dado que solo se habla de unas pocas horas de una noche es normal que parezca inacabado y que al mismo tiempo sea casi más realista que esos libros en que se empeñan en dejarlo todo más que cerrado.
Lo mejor del libro lo de siempre: esa forma que tiene Murakami de llevarnos a nuestro interior y de leer en muy pocas palabras esos pensamientos que muchas veces nos cuesta trabajo concretar en una pequeña idea pero que son de una lógica aplastante.
El mundo onírico en el que suelen moverse mucho de sus personajes se ve una vez más aquí con todos esos mensajes que tantos debates crean y que te hacen pensar mucho tiempo después de haber leído el libro.
Muy recomendable para una noche de insomnio, sobre todo si sigues el reloj a la hora de leerlo. Aunque en esta segunda lectura me he dado cuenta de que voy más rápida que el desarrollo del libro.
Esta novela nos ofrece de nuevo personajes complejos que, en este caso, acaban de pasar la adolescencia y que con sus dilemas personales nos hacen reflexionar. Nos vuelve a mostrar episodios oníricos, de hecho en esta historia pone de manifiesto más que en ninguna de las otras leídas la debilidad del escritor por ese estado común en todos los seres humanos. El autor nos insiste con historias abiertas en las que caben infinidad de preguntas y en consecuencia multitud de interpretaciones. Pero, como es habitual, Murakami no decepciona y tras leer ya varias de sus obras me quedo con esa impresión; aún fusionando elementos comunes es un autor que sorprende gratamente por cómo entrelaza esos elementos y hace que el lector se mantenga expectante.
De los personajes me ha cautivado Takahashi por su naturalidad, madurez y sobre todo por su carácter sensible, todo ello sin restarle ni un ápice de valor al resto de personajes principales y secundarios, los cuales con sus aportaciones enriquecen la narración.
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