Saki, seudónimo de H. H. Munro, es para Graham Greene el mayor humorista inglés del siglo XX. Macabro, ácido y divertido, todos sus cuentos son un ejemplo de brevedad y eficacia, ya sean humorísticos o de terror.
Cada cuento de Saki es como un cuchillo lanzado al intelecto del lector, ya sea para provocar su risa o moverle al espanto. No es de extrañar que dos de sus más ilustres discípulos sean Tom Sharpe y Roald Dahl. Según Tom Sharpe: «Si empiezas un relato de Saki, lo terminarás.
Cuando lo hayas terminado, querrás empezar otro; y cuando los hayas leído todos, jamás los olvidarás».
Borges, gran lector de Saki, decía: «Con una suerte de pudor, Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde.»
4 comentarios:
Nunca una reseña tan corta había conseguido convencerme tan rápido de una lectura. La anoto y hasta la pongo en preferente.
Gracias y un saludo!
Tengo a Saki pendiente desde hace mucho tiempo y creo que va siendo hora de que al fin lo lea. Todo lo que he leído y oído sobre este autor me empuja a leerle y tu reseña desde luego también. Además soy una fans absoluta de los mininos por lo que esta portada me ha entusiasmado.
Un abrazo!!
Sucesión de relatos cortos donde, en todos y cada uno de ellos, Saki hace gala de un ingenio que me ha resultado admirable. Ingenio que se muestra tanto en los giros del relato en sí como en los matices de los personajes y situaciones.
Todos los relatos tienen en común un lado inocente que visto en la actualidad puede parecer infantil, pero también en todos hay una crítica implícita o explicita a infinidad de aspectos de la sociedad británica.
Esperaba encontrar humor y risa, pero no ha sido lo que me ha provocado aunque cierto es que no por ello no he disfrutado con la lectura, sino todo lo contrario. Me ha resultado una lectura amena y sobre todo ligera y llena de viveza.
Destaco dos relatos: “La filántropa y el gato feliz” y “La ventana abierta”
Una lectura refrescante llena de pequeños relatos presentados de forma humorística e irónica pero sin llegar a ser sarcástica. Una crítica directa a la "buena sociedad británica". Los animales como ejemplo de buen comportamiento.
La famosa flema inglesa y el comportamiento afectado producto de una educación basada en el dinero y la importancia de la clase social, ridiculizados con simpatía.
Una lectura para pasar buenos ratos.
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