1º CICLO DE ÉPOCA DEL CLUB DE LA MANZANA

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miércoles, 2 de diciembre de 2009

OUT - Natsuo Kirino

Cuatro mujeres, compañeras en el turno de noche de una fábrica de comida preparada, unen sus destinos el día en que una de ellas mata a su marido: Masako, cuarentona inteligente y capacitada que ha tenido que cambiar de trabajo por mobbing. Yoshie, La Maestra, en los sesenta, cuidadora de una suegra inválida y dos hijas que sacar adelante. Kuniko, en los treinta, fashion victim insatisfecha con su trabajo y con su vida. Y Yayoi, joven, atractiva, con dos niños y casada con un marido "alcohólico y jugador".


7 comentarios:

Juana dijo...

No me gustan los libros que, como en las películas de terror, te dejan salpicaduras de sangre por todas partes. Un poco repugnante con tanto descuartizamiento. Aparte de esto me intrigó el pensar cómo puede una persona involucrarse en un asesinato por solidaridad con otra con la que tenía sólo una relación de trabajo. Cómo cuatro mujeres que tienen en común la soledad y la insatisfacción personal reaccionarán de manera diferente y se conocerán a sí mismas en su lado más oscuro.
Las pesquisas policiales, la acusación de homicidio que recae sobre el empresario Sakate, cuando Jumonji conoce la verdad y les ofrece participar en hacer desaparecer cuerpos,... El giro de los acontecimientos está muy bien enlazado. Si no fuera tan macabro...

Sales dijo...

La vida de Masako y sus compañeras de trabajo en la fábrica de comida preparada transcurre con bastante monotonía y aburrimiento. El turno de noche es duro y al llegar a casa cada una de ellas se encuentra con un panorama desolador.
Joshie, viuda de sesenta años apodada por sus compañeras la maestra, cuida de una suegra discapacitada y déspota y de una hija adolescente que se avergüenza de ella y de la vida que llevan. Su truco para salir delante es apartar los ojos de la realidad y lo único que la mantiene en pie es su amor propio y un alto sentido de deber.
Kuniko está estresada de su trabajo y mientras más se estresa más come. Se siente gorda y fea y suple sus inseguridades con un consumismo obsesivo, lo que la lleva a entramparse hasta los ojos. La relación con su marido es tan mala que éste termina abandonándola y sin posibilidad de poder hacer frente a todas sus deudas.
Yayoi es la más joven y guapa de las cuatro compañeras. Está casada con Kenji, borracho, jugador y putero al que ella ve como un pobre infeliz que se pasa la vida persiguiendo ilusiones y que además la maltrata físicamente. Es por eso que un buen día se la un siroco y, con un gran asombro por su parte al darse cuenta de que es capaz de tanta crueldad y violencia, le pone un cinturón al cuello y se lo carga, lo que le deja una sensación de emoción y alivio. Decide entonces pedir ayuda a Masako, nuestra gran protagonista.
La vida de Masako es igual de sórdida que la del resto de sus compañeras. Tiene cuarentitres años y siente que ha desperdiciado su vida. Su hijo de diecisiete años lleva más de un año sin hablar y su marido se ha creado una burbuja propia donde llevar a solas su fracaso y donde ella no tiene cabida. Tiene una mente centrada, sensata, clara, y también fría y calculadora que no se deja llevar fácilmente por las emociones.
Pos esta razón es la persona indicada para solucionar el problema en que se ve envuelta Yayoy.
Y lo que pretendía ser una acción rápida y encubierta termina convirtiéndose en una espiral de violencia que hará que nuestros personajes se cuestionen hasta dónde son capaces de llegar y dónde podrán los límites al dar rienda suelta a sus demonios más oscuros y primitivos una vez que sus manos se han manchado de sangre.
La novela no tiene una acción trepidante ni momentos de máxima tensión, muy al contrario está narrada con un ritmo suave y sin sobresaltos. Por eso me deja pasmada la sangre fría y la tranquilidad con que se nos cuentan, sin ahorrar ningún tipo de detalles, toda una serie de hechos brutales. La naturalidad con la que estas mujeres se desenvuelven entre cadáveres, sangre y vísceras me pone los pelos de punta, pero en ningún momento me ha dado sensación de asco, acaso por esa serenidad con que son narradas estas escenas.
He de reconocer que el final me ha pillado totalmente desprevenida, me esperaba algo un poco más “normalito”, aunque vista la galería de personajes de esta obra, creo que lo “normal” no entraba en los planes de la autora.
Es también una buena descripción de la parte más deprimida y sórdida de la sociedad japonesa, muy alejada de los estereotipos turísticos y de toda la literatura de este país que he leído hasta ahora. Por eso he decidido leerme un par de obras más de estos hijos del sol naciente, más que nada para ver si el “cuelgue” es generalizado o sólo es esta autora la que nos muestra la parte más oscura, tétrica y cruel de esta cultura.
Reconozco que su lectura no me ha dejado indiferente.
Ah!!! Casi se me olvida…La policía japonesa es tonta de verdad o sólo se lo hace?.

Unknown dijo...

Siento decir que la novela no me ha gustado, porque tenía muchas ganas de leerla. La narrativa de la autora es magnífica no se puede decir nada en contra de la misma.
El problema es la historia y la forma de plantearla.
Los personajes se ven tan fríos, tan oscuros, tan amorales en todas sus acciones y en como ven lo que hacen. En realidad dan a entender que asesinar o descuartizar cuerpos no tiene ninguna importancia, no parecen verlo como algo malo, es algo que realizan quizás con un poco de asco, pero como si se tratara de una acción normal, de la que además van haciendo comentarios como quien está hablando con un compañero de trabajo en una fábrica de enlatado, por ejemplo.
Aunque en la trama la policía durante algún tiempo piensa que puede ser un tema de solidaridad femenina, ésta no existe en ningún momento. Masako la protagonista, es la única que en un principio parece que lo hace por amistad, pero a medida que la trama avanza nos damos cuenta de que en realidad entre las cuatro mujeres no existe nada parecido a la amistad y para colmo terminamos por descubrir que Masaka es algún tipo de masoquista-sadica y enajenada, que goza con el dolor propio y ajeno. Después de la primera acción conjunta parece que acepta el dinero de la "triste" viuda, más por justificar su acción que por una necesidad real. Las otras dos compinches desde un principio dejan claro que es solo por dinero y al menos en este caso tenemos más claras sus acciones.
Un punto curioso es que ante la inutilidad de la policía para descubrir nada, en esta historia todos se convierten en detectives: Sato, Masako y hasta la obsesa - compulsiva de la comida y las compras, Kuniko. Todos ellos con algunas preguntas inteligentes y con muchisimo sexto sentido terminan por poner en pié la verdadera historia, y la mayoría lo sacan de la simple observación y de preguntas inocentes a los vecinos, los mismos vecinos que al parecer a la policía no le cuentan nada. La historia no es creible ni en sus personajes ni en sus planteamientos, pero lo peor de todo es que te presentan toda la trama como una serie de acciones diarias que cualquiera puede realizar sin imprimirle la más mínima emoción, de hecho a los dos únicos personajes que les imprimen algo de emoción los presentan con si fueran gente depravada y despreciable: el japonés-brasileño y la prostituta del club que tiene tanto éxito con los hombres. A ambos que ya les dan papeles que desde un principio se presentan como personajes de segunda clase, les representan sintiendo amor o necesidad de cariño y contacto físico, pero la autora lo narra en el libro como si fuera algún tipo de enfermedad o verguenza.
En resumen no lo recomiendo. Espero que otros libros de autores japoneses no sean iguales.

marga dijo...

La historia de cuatro mujeres distintas y con sus penurias, ligadas por el trabajo común y Satake un personaje que al final queda ligado a ellas.
Un buen día una de ellas, Yayoi mata a su marido que la pegaba y engañaba además de perder todos sus ahorros en el juego, todo un primor, gracias a Masako, una mujer inteligente, solitaria y descontenta con todo, marido e hijo casi ausentes, se ofrece a deshacerse del cadáver.
La forma es descuartizarlo y tirarlo a la basura para lo cual necesita ayuda de sus otras compañeras Kuniko, pocas luces y consumidora empedernida adeudada hasta las cejas que accede por dinero y Joshie una infeliz con cargas familiares que también necesita el dinero con que Yayoi les pagará cuando cobre el seguro. El descuartizamiento se lleva a cabo como un trabajo sin remordimiento alguno salvo el miedo a ser descubiertas. Por una impudencia de Kuniko y el error de contar lo sucedido a Jucavi, un conocido de Masako que se aprovecha de la situación para seguir con el negocio macabro. El otro punto en común Satake empresario al que detienen como asesino y donde se descubre su oscuro pasado, asesino de una mujer por un morbo extraño y masoca que se le vuelve a despertar cuando sale de la cárcel después de haber arruinado su credibilidad y respeto en su entorno y con un único propósito de resarcirse de quienes lo llevó a esa situación.
Un libro interesante sobre la vida en Japón, culturas diferentes, me llama la atención ese placer sublime con el dolor al que hacen referencia dos personajes de esta historia y que creo que mas frecuente que se de ese tipo de sociedad ¿no?.Es macabra la historia pero pero sí me ha gustado su lectura.

yeyi dijo...

Retrato de una galería de personajes, a los que se nos muestra en un principio de una forma fría y ordenada, quizá como corresponde a la imagen que tenemos del carácter japonés. Personas cotidianas que difícilmente dejan salir a a la luz lo que sienten, todas ellas aisladas en su interior y que solo consiguen abrirse en momentos puntuales para pedir ayuda.Es un libro macabro, pero trata la crueldad con un punto de indiferencia, con una mirada ausente. Quizá más brutal me ha parecido el trato que sufre la mujer japonesa, que a partir de una determinada edad deja de ser valiosa para convertirse en un objeto feo, inutil y desagradable (así lo relata Jumonji, así se sentía la propia Masako en la oficina en la que trabajaba y así ve Joshie a su suegra).
Por otra parte, también me ha puesto los pelos de punta la juventud que refleja, jóvenes aislados, volcados en la imagen pero egoístas en grado máximo, capaces de abandonar a hijos, maltratar a sus madres, y deseosos de conseguir dinero rápido y placeres .
Me ha dejado una mal sabor de boca, es el retrato de una sociedad que ni siquiera imaginaba, por su soledad y dureza.

Maria Luz dijo...

Soy Lula aunque Google se empeñe en llamarme "anonimo"
Mi comentario para Out de Natsuo Kirino.

Una bajada a los infiernos con el tiempo lento del estilo japonés. La escritora nos presenta en las páginas iniciales a cuatro mujeres muy desgraciadas, con unas vidas de pena. Trabajan en el turno de noche en una fábrica de comida precocinada, el turno de las amas de casa que necesitan llevar dinero extra a su casa pero que no pueden dejar durante el día de realizar "sus labores". Y qué labores!
Yayoi veinteañera, guapa, la más joven, dos hijos pequeños y un marido que ya no la quiere y se pasa las noches persiguiendo a una prostituta china y perdiendo los ahorros de la familia en un garito de juego.
Joshie, sesenta años, viuda, a su cargo una suegra inválida e insoportable, una hija adolescente superegoista y otra hija cabeza loca con un crio pequeño.
Kuniko, treintañera, perezosa, dejada, sus carencias las suple consumiendo artículos de marca y comiendo, está gorda, es repulsiva en sus maneras y debe mucho dinero que no puede pagar a un prestamista mafioso.
Masako, cuarentona, su marido se ha refugiado en una habitación de la casa y no quiere saber nada de nada, su hijo lleva un año sin hablar, la culpa de todo lo malo que le pasa. Es la que conduce la historia. Al principio parece la más "normal" trabajaba de contable en una empresa, es una persona responsable, serena, equilibrada, pero...cuando Yayoi le dice que ha matado a su marido se ofrece a ayudarla a deshacerse del cadáver.
Con gran frialdad se tumba en el cuarto de baño de su casa para medir si cabe el cuerpo.
Al final se implican Joshie y Kuniko.
Las escenas del decuartizamiento son macabras pero cotidianas como de cocina: como preparan y escogen los cuchillos, dejan correr la sangre, ¿por donde empiezo a cortar?, la limpieza de las baldosas, etc.. El trabajito tienen que hacerlo por la mañana después del trabajo, la autora te muestra a unas mujeres cansadas, ojerosas, deseando terminar para poder dormir un poco...
Entre las tres deben deshacerse de los trozos pero Kuniko lo fastidia y se complica todo.
La policía detiene a un ex-yakuza, Sakate, un tipo muy peligroso con un episodio en su pasado que personalmente me puso los pelos de punta y que le ha marcado. Cuando lo ponen en libertad Sakate decide investigar y vengarse.
A través del prestamista al que Kuniko debe dinero hay más encargos de "desaparición de cuerpos"
Sakate termina encontrando a las "amigas" y tiene con Masako una cita muy especial.
Al final nuestras protagonistas terminan como el rosario de la aurora, Masako y Joshie descubren sus respectivos lados oscuros y se entregan a él. Yayoi desplumada vuelve con sus padres seguramente a buscar otro marido. Kuniko...repartida por ahí
A lo largo del libro se nos presenta una sociedad muy machista que utiliza a las mujeres de diferentes maneras dependiendo de la edad que tengan: muy jovencitas para el placer, de mayores para el servicio al hombre por supuesto. Las escenas que revive Masako de su antiguo empleo son indignantes, te das cuenta porqué tiene ese rencor profundo que la hace tan fría.
El libro me ha gustado aunque no tengo las claves para apreciarlo mejor, de la sociedad japonesa conozco los estereotipos que tenemos desde aquí, como dice Sales habrá que leer más cosas de los hijos del sol naciente y en especial de esta autora, Natsuo Kirino, por buena escritora, por "destroyer" un punto gamberra y por coincidencia de edad.

mª carmen dijo...

Es el primer libro que leo de esta autora, la historia está basada en cuatro mujeres japonesas, en la que en su vida personal tienen problemas de dinero, afectivo, alguna de ellas le engañan sus maridos y su vida es muy monótona, en realidad un horror cotidiano. Masako,Kuniko,Yoshie y Yayoi, que es el nombre de estas cuatro feministas que trabajan en el turno de noche de una fábrica de comida preparada en Tokio, mejor dicho en los suburbios de esta ciudad. Esta novela con su trama de asesinatos y crímenes es un poco sangrienta, aunque pienso que hay que tener mucho valor para matar a un maltratador y más aun cuando la chantajean, para que puedan seguir ocupándose de la desaparición de otros cadáveres, todo esto debido a la maldad que hay a su alrededor se ven obligadas a cometer actos atroces. Cuando la policía empieza a investigar, cree que la unión de las mujeres es por amistad, pero en realidad cada una se ve envuelta en el primer crimen por casualidad u obligación o dinero. En resumen, creo que aunque que es un tanto violenta, esta entretenida y es amena.

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