1º CICLO DE ÉPOCA DEL CLUB DE LA MANZANA

LA GRAN DEPRESIÓN AMERICANA

LECTURAS

17 de enero: De ratones y hombres de John Steinbeck
El Villorio de William Faulkner
¿Acaso no matan a los caballos? de Horace Mc Coy


Club Social de Aljarasol en Mairena del Aljarafe, Avda. de la Constitución a las 19:00.

viernes, 26 de marzo de 2010

LA CARRETERA - Cormac Mc Carthy


PROPUESTAS DE LECTORES (Lula)

El Fin del Mundo ha sucedido. Por fin lo logramos y el mundo es un erial sumido en unos días grisáceos “en un perpetuo glaucoma”. Las noches son más terribles pues la oscuridad es absoluta. En el libro no se dice explícitamente pero está describiendo un invierno nuclear. Las ciudades han ardido y las cenizas en suspensión de los incendios cubren el sol. Todos los seres vivos, animales y plantas han muerto por la falta de luz solar. Los humanos supervivientes arrastran una mísera existencia a la búsqueda incansable de comida y agua potable.
El libro nos describe el viaje hacía el sur, huyendo del frío, de un hombre y su hijo. Ninguno de los dos tiene nombre, de su vida pasada se nos muestran retazos. El hijo nació el mismo día del principio del Holocausto por lo que no conoce otra vida. Su padre le cuenta cosas del pasado que para el niño son leyendas increibles, sólo conoce el frío insufrible, la lluvia y la nieve, el gris del día y las tinieblas de la noche, el respirar con mascarilla el aire viciado, el hambre interminable y la lucha por encontrar comida, el esconderse y huir de los “malos”, unas bandas de depredadores caníbales.
La vida de los dos siempre pendiente de un hilo. Las escasas pertenencias, vitales contra el frío y el hambre, las llevan en un carrito de supermercado que arrastran sobre el asfalto agrietado de una carretera interminable.
Esta es la historia de un padre y de su hijo. Del amor sin condiciones que se tienen el uno al otro. De la lucha por salvar a ese hijo porqué es lo único que merece la pena en todo el mundo, porqué es lo único puro que ha quedado y la esperanza para el futuro si es posible que pueda haber un futuro. Es la historia de la salvación por ese amor y por un resto de humanidad que el hombre ha transmitido a su hijo, porque ellos son los “buenos”, los portadores del fuego.
A oscuras, una noche el niño pregunta
¿Qué harías si yo muriese?
Si tú murieras yo también querría morirme
¿Para poder estar conmigo?
Si para poder estar contigo
Vale
El libro es duro de leer, no sólo por la historia en sí que lo es y bastante, sino por la manera en que está escrito, la puntuación es extraña, los diálogos seguidos…, obliga a concentrarte, a meterte en la historia acompañando a los dos protagonistas en su camino por la carretera.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es un libro oscuro y duro. Nos presenta un desastre a escala mundial que acaba con cualquier tipo de sentimiento "humano". El protagonista ni siquiera llama a su hijo por su nombre y su única obsesión es huir y salvarlo, pero sin demostrar en ningún momento los sentimientos de un padre hacia su hijo. Su vida es como el paisaje que van atravesando durante toda la novela, gris y frio. Es un libro que deja un gran vacío y que tenía muchísimas ganas de terminar por la mala sensación que me dejó.

Sales dijo...

Me ha producido un gran desasosiego la lectura de este libro. Es un texto apabullante, tremendo, desolador…!magnífico!
La sensación de total devastación, de soledad absoluta se crea a partir las primeras palabras de unos párrafos cortos, lineales, escritos con un lenguaje parco, sobrio, indeciso, sin florituras, apenas adornado con un tétrico lirismo del que se hace uso para describirnos los yermos parajes que los dos caminantes atraviesan en su largo éxodo a ninguna parte.
Esta dura forma de narrar produce una cierta sensación de hipnotismo, te atrapa, te sobrecoge, te subyuga, te mantiene en una tensión pesada y constante, te obliga a detenerte para respirar hondo y asimilar la lectura, y cuando ya te ha dominado por completo, te sacude con una descarga de violencia y miedo extremo o con un derroche de ternura capaz de conmover el corazón del lector más duro (debo reconocer que solté unas lágrimas cuando el hombre de explica a su hijo cómo saltarse la tapa de los sesos… “Si te encuentran vas a tener que hacerlo. ¿Entiendes? Chsss…Nada de llorar. ¿Me oyes? Ya sabes cómo hacerlo. Te la metes en la boca y apuntas hacia arriba.”…espeluznante).
En fin, una novela un tanto especial, de tinieblas perpetuas, cruda, dura, dolorosa y conmovedora al mismo tiempo, realmente ha conseguido removerme muchas sensaciones y plantearme algunas cuestiones.
Gracias Lula por la recomendación, me ha parecido una historia soberbia, la pondré en la estantería de las novelas más conmovedoras y tristes que he leído hasta ahora.

Publicar un comentario

Este blog ha dado de alta la moderación de comentarios. Serán revisados por su administrador antes de publicarlos.