LA LITERATURA FANTÁSTICA (PUBLICADO ESTE MES EN EL PERIÓDICO DE MAIRENA)

A TRAVÉS DEL ESPEJO (LA LITERATURA FANTÁSTICA).......... (Mariuca)

Cuando se escucha hablar de literatura fantástica a la mayoría le vienen a la cabeza imágenes de elfos,  enanos,  gnomos,  magos y otros personajes creados por la imaginación popular.

Si además  le añadimos a hadas, ondinas y bruja, podemos encontrar incluso antiguos tratados de épocas (no tan lejanas) en las que se creía que eran seres reales, y se les temía y admiraba por igual.

 Durante los siglos XIX y principios del siglo XX, se consideraba la literatura fantástica como sólo apta para niños y por lo tanto de menor calidad.

Por suerte hoy en día la literatura fantástica tiene un puesto importante dentro de nuestra literatura y estos libros ya no son sólo lectura para niños, sino también para jóvenes y adultos.  Sus  autores son reconocidos y seguidos por miles de lectores que esperan impacientes las nuevas entregas de sus series.

El mejor ejemplo que tenemos actualmente de literatura para adultos es sin duda “Juego de Tronos” de George R.R. Martín, que ha conseguido una gran cantidad de seguidores y que incluso podemos ver en Televisión (por ahora solo la primera temporada).

Apasionarse por la literatura fantástica es como cualquier otra cosa una cuestión de feeling, la puedes odiar o la puedes amar, pero si te atrapa ya no puedes escapar y buscas uno tras otro los volúmenes de tu escritor favorito o nuevas historias en las que sumergirte.

En mi caso y aunque ya de pequeña leí bastantes libros de fantasía, no me llamaban demasiado la atención.   No fue hasta el final de la adolescencia cuando, recomendado por alguien, no recuerdo quien, leí el primer volumen de “Crónicas de la Dragonlance”, que se llama “El retorno de los dragones”.  Este libro me apresó entre sus páginas y pasé los cuatro siguientes días leyendo el resto de las Crónicas, “La Tumba de Huma” y “La Reina de la Oscuridad”.

La primera entrega de esta trilogía nos lleva a Krynn, un mundo destruido por un cataclismo. Dominado por el mal que las fuerzas de la oscuridad van extendiendo por su tierra.  Las míticas armas que mantenían la paz en Krynn y los héroes legendarios que luchaban por la luz han desaparecido y la mayoría de los habitantes de Krynn ya ni siquiera creen en ellos.

Ahora un grupo de valerosos amigos iniciarán un viaje en busca de los dioses y de las míticas lanzas Dragonlace.

¿Qué tiene de especial esta trilogía? Principalmente dos puntos fuertes.

Para empezar su magnífica ambientación. Un gran mundo creado desde cero en el que te puedes imaginar perfectamente cada una de las tabernas, bosques, ríos, palacios, ruinas por los que tienen que pasar, cada raza, cada tradición, cada suceso hasta el punto de que el libro te mantiene en movimiento.

En segundo lugar, aunque no menos importante los personajes.  Cada uno de los personajes es “real”, no importa que sean de razas inexistentes en nuestro mundo.  Lo importante es que tienen un pasado, un presente y que van evolucionando mientras pasan los días, las semanas, los meses y van adquiriendo nuevas experiencias.

Curiosamente los autores de esta trilogía y de muchas otras series de fantasía épica, se conocieron cuando iban a participar en el Juego de Rol “Dragones y mazmorras” y de ahí surgió la idea de escribir un libro.

Margaret Weis nació en 1948 en Missouri. Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la Universidad de Missouri, ha trabajado como correctora y editora.  Es creadora de escenarios de juegos de rol y la fundadora de Mag Force 7, desde donde produce Juegos de cartas basados en sus novelas, así como una revista especializada en juegos de rol.

Tracy Hickman nació en Salt Lake City en 1955. Conoció a Margaret Weis en 1981 y su primera colaboración dio como fruto “Crónicas de la Dragonlance”, primera trilogía de la serie ya mítica del género de la fantasía épica.  Weis y Hickman son los creadores de algunas de las sagas de mayor éxito del género como “El ciclo de la puerta de la muerte”, “La forja de una túnica negra” y la trilogía “La espada de Joram”.