Se trata de la primera novela del autor, quien empezó a publicar la
obra, por entregas, en 1836, cuando tan solo contaba veinticuatro años.
Narra las aventuras de
Samuel Pickwick y Sam Weller. Los inolvidables miembros del absurdo Club Pickwick
protagonizan aquí, según la generosa tradición de Cervantes, una
infinita sucesión de aventuras disparatadas, cómicas, tristes, transidas
siempre de una amabilidad quizá nunca igualada.
5 comentarios:
Aunque no es una mala historia se debería leer aún ahora como se publicó en su día: por entregas. De forma que se pueda apreciar y disfrutar mejor la historia, que no es más que una sucesión de situaciones más o menos humorísticas de un grupo de personas en su mayoría hombres bastante inocentes y dados a enredarse en todo tipo de tesituras ridículas y extrañas.
Sería quizás un buen libro para leer por capítulos en grupo para posteriomente poder comentar. Leerlo del tirón resulta un poco pesado porque no es suficientemente variado.
El mejor personaje Samivel (Sam Weller), el criado de Mr. Pickwick. El más lamentable sin duda Mr. Winckle uno de los amigos de Pickwick.
Me gustó mucho este libro de Dickens,pero sí,casi sería mejor leerlo por entregas para disfrutarlo más,yo lo leí de un tirón y alguna parte se me hizo densa,pero en conjunto me pereció una delicia.Un club de caballeros un tanto peculiar!!.Un saludo!!
De acuerdo que es para leerlo poco a poco, tal como se publicó en su época. Son cincuenta y siete capítulos o entregas que se publicaron en el Evening Chronicle a partir de una idea de su director, lo que viene a ser un encargo alimenticio para un joven Charles Dickens que empezaba a vivir de la pluma. Pero aquí interviene el genio y el oficio del escritor que convierte este encargo en una obra imprescindible. Con la premisa de contar las aventuras de un grupo de diletantes, pertenecientes a un club típicamente inglés, Dickens nos hace un retrato en clave de humor de la sociedad de su época.
Tupman, Snodgras y Winkle, capitaneados por Pickwick, viajan por Inglaterra encontrándose con un plantel de personajes y situaciones de todo tipo, ridículas, lamentables, jocosas, tristes. Muchas dan pie para críticas, desde las elecciones (Azules contra Amarillos), hasta el sistema judicial (esos abogados Dodson y Fogg) y la manera absurda de penar por deudas.
Los relatos adquieren más humanidad con la inclusión del personaje del criado Sam Weller, los diálogos con su padre, un cochero con mucha sabiduría, son impagables.
Pickwick es amable, generoso y liberal, el patriarca ideal cargado de sentido común.
Muy buen libro para leer por capítulos y poco a poco.
Pues a mi me ha defraudado esta historia de Dickens. Supongo que cuando leí que era una obra a la altura del Quijote por el retrato que hacía de sus personajes protagonistas hizo que crecieran mis expectativas, pero aunque debo reconocer que me he reído en algunos momentos, me ha resultado una obra demasiado larga. Coincido con todos en que es una novela para leerla poco a poco, por entregas, como estaba diseñada por el autor, quizá por eso pierde frescura al leerla de forma continuada.
Las aventuras del cuarteto (improvisado), las críticas que hace el autor y el sentido del humor inglés, se disfruta mejor cuando no se lee del tirón, para mí el libro no es muy bueno, pero también es verdad que fue su primera novela de Dickens.
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