LITERATURA JAPONESA (Este mes en el periódico de Mairena)

Del País de donde nace el sol (Sales)

La novela policial japonesa es uno de los géneros más leídos y comercializados en ese país y teniendo en cuenta que Japón es uno de los países con mayor producción literaria y el índice de lectura más alto del mundo con un 91%, no es de extrañar que goce de una amplia tradición y aceptación.

En Japón el género policíaco se engloba dentro de la literatura denominada popular y tiene adeptos en cada una de las categorías que incluye; una de ellas es la tradicional o Nazotoki donde toda la trama gira en torno a la resolución de un misterio con base en evidencias, al estilo de Sherlock Holmes. Mado koirudo, la trama no se plantea como un juego de pistas, sino que tiene más elementos de acción y aventura. Otro tipo de literatura policíaca se basa en los conflictos de clase que en Japón se denomina Shyakai ha. En la categoría juvenil o Seishyun mono, los protagonistas son jóvenes y la trama se desarrolla en colegios o universidades.
Desde los tiempos de pioneros como Edogawa Rampo, el Edgar Poe japonés (1894- 1965) y Okamoto Kido, un Sherlock Holmes en el Japón de los Samurais (1872- 1939) nos llega ahora una buena serie de títulos en castellano y nuevos autores que vale la pena mencionar: Miyuki Miyabe (La sombra de Kasha), Natsuo Kirino (Out, Grotesco), Seishi Yokomizo (El clan Inugami), Masako Togawa (Lady Killer, La llave maestra), Shuichi Yoshida (El hombre que quiso matarme) 
De entre todos ellos cabría destacar a Keigo Higashimo considerado el gran maestro de la “lab lit” o literatura de laboratorio. Con títulos como “La devoción del sospechoso X” y “Salvar a una santa” consigue dar una vuelta de tuerca al género con un procedimiento policial ultradetallado, una novela negra reconstruida, en la que se conoce la identidad del asesino desde el principio, sin que sea óbice para que una historia aparentemente sencilla, nos seduzca hasta las últimas páginas. 
Keigo Higashino tiene una feroz inclinación hacia el razonamiento lógico y la ciencia de la deducción, por ello nos encontramos con unas historias de procedimiento policial muy bien trazadas y llenas de detalles, donde todo es importante, enfatizando los esfuerzos en los interrogatorios de la policía, la investigación de las coartadas y el instinto de los protagonistas en oposición al trabajo milimétrico y aséptico del departamento científico. En sus obras nos encontramos con un duelo de cerebros, que con grandes argumentos lógicos y procedimientos matemáticos pretenden vencer, uno para descubrir al asesino, el otro para no dejarse cazar jamás. Todo ello en un tiempo lento que fluye sin prisas, de un modo coherente y pausado, sin grandes golpes de efecto, con tramas impecablemente hilvanadas que te mantienen irremediablemente atento hasta la última parte del libro en la que , de repente, la historia da un giro espectacular, totalmente insospechado, que hace que el cierre de sus novelas se impecable. Keigo Higashino, ex ingeniero nacido en Osaka, es uno de los escritores de mayor éxito en Japón, cuya obra ha vendido más de cinco millones de ejemplares. Ha sido galardonado con los más prestigiosos premios de su país: el Edogawa Rampo a la mejor novela negra, el Mystery Writers of Japan, el Inc. Prize a la mejor novela negra, el Honkaku Mystery y el Naoki 2006 a la mejor novela por La devoción del sospechoso X, primera de sus novelas traducida al español. En Japón, sus trece novelas negras han alcanzado las listas de libros más vendidos, han inspirado varias películas y series de televisión, y han sido traducidas en toda Asia.